Medicamentos. La pérdida
del equilibrio o inestabilidad puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos.
(Mayo Clinic)
Se llama sarcopenia al deterioro que aumenta la probabilidad de caídas a medida que nos hacemos mayores, y se puede frenar. De forma natural, los músculos pierden progresivamente masa, fuerza y parte de su funcionalidad a medida que vamos envejeciendo y la pérdida de equilibrio tan frecuentes en la tercera edad.
Aunque de momento es imparable, la velocidad a la que
evoluciona este deterioro depende de varios factores. El sedentarismo,
la malnutrición, el déficit de vitamina D, la reducción de testosterona y
estrógenos que acompañan a la senectud y la reducción de la secreción
de la fórmula del crecimiento pueden acelerarlo.
De todas las alternativas terapéuticas, solo la práctica regular de ejercicio de
resistencia desde mediana edad ha demostrado ser eficaz. Después de todo,
no hay que olvidar que entre los cuarenta y los ochenta años podemos llegar a
perder hasta un 50 % de nuestra masa muscular esquelética.
Por su parte, científicos neoyorquinos
de la Universidad de Columbia descubrieron hace poco que, a nivel molecular, la
sarcopenia se debe a fugas de calcio en los
receptores de rianodina de las células de los músculos. Estas pérdidas
activan una cadena de reacciones que, finalmente, impiden que las fibras se
contraigan adecuadamente. Si se encuentra una fórmula para evitarlo, los octogenarios podrían conservar el
equilibrio y la fuerza muscular de un joven.
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