Esta celebración, que dura cuatro días y tiene una convocatoria multitudinaria, es un evento esencialmente de música folklórica, en el que además de tocar figuras de primer nivel se les da a los artistas locales la posibilidad de mostrar su trabajo. También se realizan exposiciones de artesanías y productos puntanos.
El primer festival folklórico del Valle del Sol se celebró en 1974. A partir de 1975 y hasta 1991 la Mutual de Empleados Municipales fue la encargada de la organización del evento, que desde 1996 compete a la municipalidad de Merlo. En las postrimerías del siglo XX la celebración alcanzó el grado de Fiesta Nacional y, con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Nación, fue declarada de interés cultural.
León Gieco, Los Chalchaleros, Los Tucu Tucu , Los Laicas y Luis Landriscina, entre otros, fueron algunos de los padrinos de la fiesta. Entre las madrinas más destacadas se cuentan: Teresa Parodi, Soledad y Mercedes Sosa.
Además de los espectáculos que protagonizan grupos y figuras nacionales de renombre, el evento ofrece a los artistas locales que resulten preseleccionados la posibilidad de demostrar sus habilidades en las categorías de solista vocal; solista instrumental; dúo vocal; dúo instrumental; conjunto vocal; conjunto instrumental y ballet.
Merlo, cuyo nombre oficial es Ciudad Villa de Merlo y deriva de la denominación original Villa de Melo, se caracteriza por poseer un microclima; y además de ser la tercera ciudad con mayor población de la provincia de San Luis, es una de las que más ha crecido en términos demográficos a nivel nacional en la primera década del siglo XXI.
Según los primeros registros históricos, que datan de principios del siglo XVI, casi toda la falda de las sierras que había habitado el pueblo originario de los comechingones fue “heredada” por Tomás Fernández, quien antes de morir, en 1712, cedió un importante sector en capellanía a los padres dominicos de San Luis en el que se fueron asentando los primeros vecinos entre 1720 y 1730.
En 1796 el Marqués de Sobremonte ordenó que se fundara en esas tierras la Villa de Melo, nombre dictado en honor a Pedro Melo de Portugal. Un año más tarde, en enero de 1797, se oficializó la fundación de la villa y se eligió como patrono a San Agustín.
Si bien es difícil de precisar el dato histórico, el cambio de nombre de la villa se habría debido a una deformación de la oralidad o bien a un error ortográfico, pues a partir de 1864 la correspondencia comenzó a expedirse con la denominación actual: Merlo.
La economía local de la época, en la que cada familia constituía una unidad de producción, giraba en torno al cultivo de trigo y maíz y de frutas tales como higos, duraznos, peras y ciruelas que se exportaban hacia las grandes ciudades para su comercialización. También había una prominente industria vitivinícola, sostenida principalmente en bodegas familiares. El trabajo solidario a través de las denominadas “mingas” permitía la faena de animales, el cortado de adobes y el techado de las viviendas, el levantamiento de las cosechas y demás actividades colectivas.
La inmigración europea introdujo un cambio sociocultural en la zona en las últimas décadas del siglo XIX, y durante la década de 1920 la ciudad comenzó a desarrollar el perfil turístico que tiene en la actualidad.
Además de los números musicales, la Fiesta Nacional del Valle del Sol, que se realiza a mediados de febrero, ofrece actividades turísticas y culturales, sorteos, concursos y comidas típicas.
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