En medio de la
pandemia de coronavirus que ya se cobró más de 100.000 vidas a nivel global,
tanto en Argentina como en el resto del mundo buscan desacelerar la propagación
del Covid-19 para evitar un colapso de los sistemas de salud y de ese modo
poder atender gradualmente a los infectados. Su busca evitar muertes por falta
de infraestructura e insumos.
Al
mismo tiempo, el Gobierno local se prepara para un pico de infectados a
mediados de mayo y trabaja a contra reloj para equipar al sistema sanitario que no cuenta con las camas de terapia
intensiva que requiere la pandemia, ni con los respiradores para dichas camas
pese a que en el país hay dos firmas locales que multriplicaron su producción.
En ese contexto, una firma rosarina presentó
junto a la Universidad Nacional de Rosario, el Ventilador de Transición para
Emergencias Covid-19, un respirador íntegramente de origen nacional de uso
específico para tratar afectados por la pandemia de coronavirus.
El proyecto recibió impulso inicial de un grupo de
jóvenes innovadores santafecinos agrupados en Inventu Ingeniería, y junto
a la Universidad Nacional de Rosario. La semana pasada, Infobae relató también la historia
de otra Pyme santafesina, de Firmat, que está en el mismo camino aunque en
una etapa anterior de desarrollo.
El
equipo, también denominado “Un respiro” y que fue fabricado con piezas
nacionales –salvo la pantalla– en apenas 15 días. Fue probado en
simuladores pulmonares de Rosario y Buenos Aires y es soporte para la fase
aguda del Covid-19 al permitir resolver el 50% del tratamiento necesario.
Una de las principales características de “Un
respiro”, es que es escalable y no tiene límites para ser reproducido.
Asimismo, su diseño es open
source, lo que permite ser descargado por empresas nacionales y de
todo el mundo.
Una de las principales
características de ‘Un respiro’, es que es escalable y no tiene límites para
ser reproducido. Asimismo, su diseño es Open source, lo que permite ser
descargado por empresas nacionales y de todo el mundo
A la
Universidad Nacional de Rosario, impulsora del proyecto, se sumaron otras
instituciones educativas como la Universidad del Gran Rosario desde donde se
aportó el conocimiento de kinesiólogos expertos en respiración mecánica.
También
participó la Asociación Rosarina de Anestesiología, aportando médicos,
instalaciones y tecnología para garantizar ensayos y simulaciones que
permitieron confrontar el ventilador con situaciones de conflictos respiratorios.
Simón
Carpman, CEO y Socio de la empresa rosarina Inventu trabajó en todo el proceso
de creación del respirador de bajo costo para atender pacientes infectados con
coranvirus
Infobae dialogó con Simón Carpman, CEO y Socio de Inventu quien
afirmó que se aguarda autorización de la
Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)
para poder tenerlo a disposición y agregó que la posibilidad de fabricación del
respirador es de mil unidades por semana.
– ¿El
respirador solo sirve para tratar pacientes con Covid?
– Nosotros lo
hemos denominado Ventilador de Transición para Emergencias Covid-19 y tomamos
esa decisión porque en esta fase del desarrollo sólo tiene el modo mandatorio,
que es el más usado en el mundo. Pero en este tipo de pacientes agudos, ese
modo logra abordar el 50% de la terapia, y luego es cuando empieza a intervenir
el modo asistido que es el que tienen además los ventiladores convencionales.
–
¿De qué materiales está hecho?
– Es
un equipo que está diseñado teniendo en cuenta la escasez de componentes de la
industria de productos médicos. El concepto que validamos
utiliza componentes industriales disponibles, naturalmente validados desde
punto de vista sanitario, pero que se encuentran disponibles en el país, y
buena parte de ellos son de la industria nacional, lo que posibilita no tener
un cuello de botella a la hora de tener acceso a los componentes, de forma de
que podamos asegurar una alta escala de producción.
El
equipo, también denominado “Un Respiro” y que fue fabricado con piezas
nacionales salvo la pantalla, fue probado en simuladores pulmonares de Rosario
y Buenos Aires y es soporte para la fase aguda del Covid-19 al permitir
resolver el 50% del tratamiento necesario
– ¿Cuánto se tarda en
fabricarlo y en qué escala se puede producir?
– El equipo
tiene muy pocos componentes, sólo 28, y eso es una ventaja dado que su
fabricación y su ensamblado son realmente muy ágiles. Se puede producir a una
escala muy alta, nosotros prevemos que podrán producirse hasta mil unidades por
semana si el proceso de producción lo hacemos de manera industrial, con una
buena cantidad de operarios, o bien en escalas medias con una producción
descentralizada para evitar costos de logística. Es un equipo robusto, de bajo
mantenimiento y también bajo en costos dado que no es una máquina muy compleja.
–
¿Cuánto costaría el respirador para el sector privado y público?
– El precio no podrá superar los USD 5.000. Está
pensado para que sea de bajo costo y accesible dada la coyuntura. Pero eso no lo hace, bajo ningún concepto, de baja calidad. Por
el contrario, sus atributos son la seguridad, la confiabilidad y que además es
de fácil uso, previendo que eventualmente no sean profesionales de la salud
expertos en respiración mecánica quienes tengan que operarlo.
El precio no podrá superar los
USD 5.000. Está pensado para que sea de bajo costo y accesible dada la
coyuntura. Pero eso no lo hace, bajo ningún concepto, de baja calidad
–
¿Qué diferencias tiene con otros respiradores?
– Hay muchos proyectos desarrollándose y muchos que
son sólidos y realmente interesantes. No es que uno sea bueno y otro malo, sino
que en realidad sirven para distintas fases de estrategia terapéutica ejecutada
por los profesionales de la salud. Algunos,
como los sistemas de automatización de la ventilación manual, conocido como
“AMBU automatizado”, serán útiles para situaciones de emergencia que no superen
las primeras horas de esa estrategia. Otros, como el nuestro, pueden ventilar a
un paciente durante varios días.
Fuente:
Infobae
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