El arándano constituye uno de los principales cultivos en
auge durante los últimos años. Se trata de una fruta del tipo baya, considerada
dentro del grupo de las frutas finas o berries, con alto contenido de
antioxidantes y apreciada por sus propiedades nutracéuticas.
La producción argentina del “fruto azul” o blueberry es relativamente nueva. "Si bien su cultivo se introdujo en Sudamérica en la década del 80, recién a partir de 1993 se observó un rápido aumento de las plantaciones comerciales en Argentina y Chile a partir de la gran expansión debido a su adaptación al medio agroecológico, alta rentabilidad y elevada demanda externa", explica la presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Diana Guillén.
Su cultivo en Argentina tiene una ventaja atractiva: se produce en contraestación con respecto a los principales productores mundiales. La mayor parte de la cosecha comienza a mitad del mes de septiembre y se extiende hasta mediados del mes de diciembre, justo cuando el Hemisferio Norte carece de frutos frescos por haber culminado su cosecha dos meses antes.
En la Argentina, la
superficie plantada con arándanos asciende a
Las principales
provincias exportadoras de este fruto son Entre Ríos (Concordia) con el 40%,
Tucumán con el 37% y Buenos Aires con el 20 %, el resto corresponde a otras
provincias (Corrientes, Santa Fe, Salta, Catamarca, San Luis y Córdoba).
Asimismo,
durante los últimos años en nuestro país los arándanos representaron la séptima
fruta fresca exportada con un volumen total de 14.610 toneladas. Los
principales destinos fueron Estados Unidos (8965 tn), Gran Bretaña (2163 tn) y
Holanda (1267 tn).
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