En muchas ocasiones nos encontramos agotados sin explicación alguna y no sabemos cómo solucionarlo. ¿Necesitamos dormir más? ¿Cambiar nuestra dieta? ¿Dejar de vivir para trabajar? ¿Abandonar a esa pareja que está acabando con nuestra paciencia y energía? Puede ser, pero si una vez probadas algunas de estas soluciones seguimos sintiéndonos cansados todo el tiempo, quizás tengamos un problema de salud.
Ese fue el caso de Christin,
una mujer de 53 años que vivía feliz y contenta con un marido encantador, una
casa bonita y un buen trabajo, pero que no levantaba cabeza y estaba cada día
más y más cansada. Como explica Angela Epstein en el Daily Mail,
tras varias visitas a su médico de cabecera sin encontrar solución ni
diagnóstico, optó por consultar al doctor Google y, una vez encontrados sus
síntomas, acudir a un naturista.
Y encontró la causa: Christin padecía fatiga suprarrenal.
Esta tiene lugar cuando las glándulas suprarrenales –que se encuentran encima
de los riñones– funcionan por debajo de sus niveles provocando que la persona
se sienta cansada y estresada.
Una enfermedad no
reconocida por la medicina
El estrés se ha convertido en la causa y explicación a prácticamente
todos los males que nos ocurren. Al menos así lo consideran gran parte de los
médicos que, ante la muestra de fatiga física, tristeza y cansancio mental, no
dudan en darnos un diagnóstico: estás estresado.
Pero no, no siempre es por estrés.
Como comenta Epstein, “la fatiga suprarrenal deja a los enfermos agotados, irritables e infelices”. De ahí que sus síntomas
suelan ser relacionados con esta recurrente afección que suele surgir como
consecuencia del exceso de trabajo, situaciones de depresión e incluso con la
menopausia.
La mayor parte de los profesionales de la medicina no reconocen la
fatiga suprarrenal como un verdadero trastorno ni consideran que sirva como
explicación para el cansancio mental,
emocional y físico mantenido en el tiempo. De hecho, no
existe evidencia científica que apoye el concepto y la comunidad médica no lo
reconoce como un diagnóstico real.
Ante casos como el de Christin la medicina tradicional no duda en
recetar medicamentos contra el estrés. Sin embargo, algunos como el naturópata Marek Doyle están convencidos de que la fatiga
suprarrenal existe y es más común de lo que pensamos: “Los médicos no la
reconocen por lo que un gran número de pacientes están siendo despachados con
antidepresivos, que es la última cosa que necesitan”.
Estás agotado y no sabes
por qué
La fatiga suprarrenal afecta significativamente a más cantidad de mujeres que hombres. Esto se debe a que éstas
llevan una vida multitarea –actividades laborales, como amas de casa y madres,
etc.– que derivan en una sobrecarga de trabajo de
sus glándulas suprarrenales.
Cuando estas glándulas funcionan correctamente, se encargan de producir
la hormona cortisol que es la que ayuda a regular la presión sanguínea,
reforzando el sistema inmune y ayudando al cuerpo a dar respuesta
ante el estrés. Un síntoma llamativo en el desequilibrio de esta
hormona puede ser la ansiedad por comer alimentos salados ya que es está
vinculada a mantener el equilibrio correcto de sodio en el cuerpo.
El exceso de cortisol también
puede impedir la absorción de la serotonina química del cerebro que ayuda a
mejorar el humor, provocando ansiedad y un estado de ánimo bajo, y también
puede conducir a exceso de producción de insulina por el páncreas.
Además, sus desniveles también pueden interrumpir la producción de otras
hormonas como la adrenalina lo que podría derivar en trastornos del sueño, sensación de tristeza, mareos o
cansancio permanente, aumento de la sensibilidad a los ruidos fuertes,
incapacidad para bajar de peso.
Diagnóstico, solución y
tratamiento
Según los defensores de la medicina alternativa, la fatiga suprarrenal
puede aparecer después de haber pasado por un período de estrés, tras haber
mantenido una mala alimentación, cuando
se duerme mal o después de una infección. Situaciones que tienen efectos
directos en las glándulas suprarrenales impidiendo que trabajen con normalidad.
Los posibles fallos en estas glándulas pueden ser medidos por un endocrinólogo. Los niveles de hormonas producidas por
las glándulas suprarrenales pueden ser rastreados analizando muestras de saliva
durante el día. Sin embargo, es muy difícil conseguir un reconocimiento y
diagnóstico a través de la medicina convencional.
De ahí que muchas mujeres que están desesperadas por encontrar una
solución a su sensación de cansancio permanente acudan a médicos alternativos
que ofrecen diferentes y variados tratamientos con el objetivo de calmar y
restaurar la actividad adrenal.
Entre algunas de las
soluciones que proponen está la de modificar la
alimentación y tratar de comer cinco pequeñas comidas al
día –procurar que dos de ellas hacia la mitad del día sean ricas en proteínas–
para estabilizar los niveles de azúcar en sangre, hacer ejercicio con regularidad y buscar actividades relajantes para aliviar sus
preocupaciones que pueden ir desde dar largos paseos hasta pasar una horas
descansando en el sofá.
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