El Papa
Francisco pidió a obispos escuchar a las víctimas de abusos y a comprometerse
con la sociedad con humildad para responder más adecuadamente a la crisis de
los abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia.
Así lo indicó el Santo
Padre en un video mensaje a los participantes del encuentro “Nuestra misión
común de proteger a los niños de Dios” organizado por la Pontificia Comisión
para la Protección de los Menores y que convocó a las Conferencias Episcopales
de Episcopales de Europa Central y Oriental.
Esta importante iniciativa se
llevará a cabo en Varsovia, Polonia, del 19 al 22 de septiembre, y
abordará “la respuesta que la Iglesia está dando a la crisis de los abusos
sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia, y sobre los modos en que puede responder más adecuadamente a
esta gravísima situación a la que nos enfrentamos”.
Al encuentro asistirán
representantes de las Conferencias Episcopales de 20 países de Europa central
junto a quienes trabajan pastoralmente en el campo de la protección de los
menores y de los jóvenes.
Además, a la conferencia
participarán obispos, superiores de congregaciones religiosas masculinas y
femeninas y laicos -también en representación de la comunidad greco-católica-
que trabajan en el ámbito de la protección de la infancia procedentes de:
Polonia, Albania, Croacia, Eslovenia, Hungría, Rumanía, Moldavia, Bulgaria,
República Checa, Eslovaquia, Ucrania, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania,
Bielorrusia, Serbia, Montenegro, República de Macedonia del Norte y Kosovo.
En
su video mensaje, el Santo Padre los exhortó a “ser humildes instrumentos del Señor, al servicio de las víctimas de
los abusos, viéndolas como compañeras y protagonistas de un
futuro común, aprendiendo unos de otros a ser más fieles y resilientes para que,
juntos, podamos afrontar los retos del futuro”.
“Reconocer nuestros errores
y fracasos puede hacernos sentir vulnerables y frágiles, eso es seguro. Pero
también puede ser un tiempo de gracia maravillosa, un tiempo de vaciamiento,
que abre nuevos horizontes de amor y de servicio mutuo. Si reconocemos nuestros
errores, no tendremos nada que temer, porque será el Señor mismo quien nos
habrá llevado hasta allí”, advirtió el Papa.
Además, el Pontífice
recordó la cumbre contra abusos sexuales que se
llevó a cabo en febrero de 2019 en Roma con los líderes de las conferencias
episcopales del mundo en donde expresó su “aliento para que se asegurasen de
que el bienestar de las víctimas no se dejase de lado en favor de una
preocupación malentendida por la reputación de la Iglesia como institución”.
Sólo
afrontando la verdad de estos comportamientos crueles y buscando humildemente
el perdón de las víctimas y de los supervivientes, la Iglesia podrá encontrar
el camino para volver a ser vista con confianza como un lugar de acogida y de
seguridad para los necesitados”, señaló el Papa.
En esta línea, el Santo
Padre subrayó que “nuestras manifestaciones de contrición deben convertirse en
una vía concreta de reforma, tanto para evitar nuevos abusos como para
garantizar a los demás la confianza en que nuestros esfuerzos conducirán a un
cambio real y fiable”.
“Los animo a escuchar la llamada de las víctimas y a
comprometeros, los unos con los otros y con la sociedad en
general, en estos importantes debates porque atañen verdaderamente al futuro de
la Iglesia en Europa Central y Oriental, no sólo al futuro de la Iglesia, sino
también al corazón del cristiano, atañen a nuestra responsabilidad”, pidió el
Papa.
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