LECTURA de SABADO de GRAN
IMPORTANCIA: En Holanda, las basuras desaparecen, y no por arte de magia. De
los 60 millones de toneladas de residuos que se producen al año en ese país, el
80 por ciento se recicla, el 18 por ciento se incinera y solo el 2 por ciento
va a parar a rellenos sanitarios.
En Colombia se producen 11 millones de toneladas de basura al año (31.000 toneladas diarias), de las
cuales menos del 10 por ciento se reciclan y el 85 por ciento van a los
rellenos, mezcladas, sin ningún tratamiento. En pocas palabras, se botan “a la
basura” casi 9 millones y medio de toneladas de residuos cada 12 meses, que
podrían integrarse a nuevos procesos de producción.
Herman Huisman, experto en
residuos sólidos del Rijkswaterstaat (minambiente holandés), dice que el
secreto para diseñar este panorama en su país fue aplicar, como política
pública, un concepto básico: reducir (el consumo), reciclar y reutilizar. Una
idea que, en Ámsterdam, Rótterdam, Utrecht y otras ciudades, ya es una realidad
y que, según un informe de la Unión Europea, ha hecho de este país un
territorio líder en Europa. Huisman estuvo en Bogotá esta semana y participó en
Exporesiduos, feria-seminario organizada por la Asociación Colombiana de
Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal).
¿Cuál fue la principal
motivación para llegar a reciclar casi toda la basura?
Holanda es un país muy pequeño
(es del tamaño del departamento de Casanare) y tener rellenos sanitarios es
desperdiciar espacio. Y como es un país que está al nivel del mar, muy bajo,
depositar la basura en el suelo nos vuelve muy vulnerables a la contaminación
de las aguas subterráneas.
¿Cómo se llegó a casi el 80 %
de desechos reciclados?
Se introdujeron impuestos sobre
los bienes sanitarios. Se cobraban entre 10 euros ($ 25.000 ) y 110 euros ($
275.000) por tonelada, para quienes arrojaban sus residuos en rellenos
sanitarios. Aquí fue clave la introducción de la responsabilidad extendida al
productor, por ley, para que las empresas que producen pilas, papel, residuos
electrónicos, baterías, en fin, desechos tóxicos y de difícil tratamiento, se
vieran obligadas a diseñar estrategias para recoger esos productos cuando han
terminado su vida útil. Todo comenzó con procesos voluntarios, que hoy son
obligatorios.
¿Qué se ha obtenido de las
políticas sobre el tema?
Aparte de un ambiente sano,
oportunidades de empleo para unas 30.000 personas. Además, estamos trabajando
en el perfeccionamiento de la economía circular, que abandona el concepto de
comprar, usar y tirar, para que pasemos a diseñar productos que se puedan
desmontar y sean muy fáciles de reutilizar. Esto lo estamos trabajando,
principalmente, para un tema que resulta muy impactante y es el de los empaques.
¿Qué uso le da su país a los
residuos sólidos que producen los hogares?
Los residuos orgánicos se están
convirtiendo en compost o en energía. Los residuos de construcción y de
demolición tienen una segunda oportunidad como materiales de construcción para
hacer carreteras. El granulado de las llantas se usa en azulejos, y el asfalto
se usa como combustible en los hornos de fábricas de cemento. El papel, el
cartón, los plásticos y el vidrio son reciclados para nuevos productos.
En Colombia, uno de los grandes
retos es la disposición de escombros, que muchas veces se arrojan en cualquier
ambiente...
En Holanda se reciclan entre el
85 y el 95 % de los residuos industriales, de construcción y de demolición;
muchas veces unas empresas reutilizan lo que otras desechan. Las empresas
tienen la obligación de prevenir la generación de esos residuos.
¿Cómo lograr que la gente se
adapte al manejo de residuos sólidos y participe de los procesos domésticos e
industriales?
Es clave crear una
infraestructura de recolección de residuos accesible. En Holanda, los hogares
recogen por separado papel, plástico y residuos orgánicos. Los contenedores
para entregar el vidrio, textiles, plástico y papel siempre están cerca de la
ciudadanía. Las alcaldías están siempre dispuestas a recoger grandes volúmenes
de residuos y cada ciudad tiene las llamadas ‘calles ambientales’, donde
ciudadanos pueden entregar su basura separada. En cada supermercado debe haber
un contenedor donde los consumidores puedan entregar sus empaques plásticos.
¿Se debe castigar al ciudadano
con multas u otros mecanismos si no recicla, o cree en el camino educativo y
voluntario?
Es una estrategia mixta: se
debe educar, informar y concientizar, pero se debe combinar con sanciones a
quienes no se involucren. Aquí prima el interés general.
¿Cuál sería un buen camino para
Colombia en el manejo de sus residuos?
Los rellenos sanitarios no son
una buena opción para deshacerse de los residuos, sobretodo porque producen
metano, un gas de efecto invernadero (a menos de que se use en la generación
energética). La incineración y la generación de energía con basura puede ser un
camino, aunque aquí hay considerar los costos; hoy la energía en Colombia es
muy barata y hacerla con basura puede ser muy costosa y no sería un negocio
rentable. Por otro lado, la disposición de la basura en rellenos es la más
barata y por eso sigue reinando mientras no exista una opción mejor.
¿Cuál es el impacto de buenas
políticas sobre residuos sólidos frente al cuidado del ambiente?
La prevención, la
reutilización, el reciclaje y la recuperación del contenido energético de los
residuos logran que la demanda de recursos naturales se reduzca. En Holanda se
ha logrado que el gas originado por la descomposición de residuos orgánicos se
use como combustible de los camiones de recolección de basura.
¿Sigue siendo la basura una
oportunidad de riqueza?
Bien manejada puede ser tan
valiosa como los minerales que se extraen del subsuelo, y sin generar enormes
impactos ambientales.
Nueva política en Colombia
sobre el tema
La viceministra de agua y
saneamiento, del Ministerio de Vivienda, Natalia Trujillo, anunció que el
Gobierno alista una nueva política para el manejo de residuos sólidos en el
país, que se expediría este mes. “Incluye normas adecuadas sobre manejo,
disposición e inclusión económica y pondrá al país a la vanguardia en la
región”, dijo. La presidenta de la Asociación Colombiana de Ingeniería
Sanitaria y Ambiental, Maryluz Mejía de Pumarejo, anotó que son una oportunidad
las toneladas de residuos sólidos que van a la basura.
Fuente: Agroalimentando
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