Believer Meats ha abierto un gran centro de producción y comercialización de carne cultivada en Estados Unidos. ¿Una buena solución para el medio ambiente y los consumidores o sólo una colosal operación comercial?
Believer Meats pasa de empresa biotecnológica a empresa de tecnología alimentaria. La carne cultivada sigue siendo un tema candente en el sector agroalimentario. ¿Es buena o mala? ¿Es sabrosa o no? ¿Resuelve realmente el problema de la contaminación ambiental? Mientras se responde a las preguntas, la experimentación continúa.
Believer Meats acaba de abrir en el condado de Wilson (Carolina del Norte) un centro de producción y comercialización de carne cultivada en Estados Unidos, país notoriamente consumidor de carne de todo tipo. Una instalación de 18.000 m2, actualmente la mayor del mundo.
Believer Meats es la nueva marca de Future Meat, empresa líder de Rehovot (Israel) en el campo de la tecnología alimentaria innovadora para la producción de carne cultivada. El acuerdo es un paso más hacia la transformación estratégica de la marca para introducirla en el mercado estadounidense. La evolución de una start-up biotecnológica a una empresa de tecnología alimentaria orientada al consumidor es un paso importante hacia la adopción de la carne de cultivo: cómo satisfacer el gusto de los consumidores sin dañar el medio ambiente.
Carne cultivada: investigación, tecnología y empresa.
La decisión de Believer Meats de construir su primer centro de comercialización estadounidense en el condado de Wilson confirma nuestro compromiso con la investigación y el desarrollo innovadores, así como con un personal altamente cualificado. La decisión de Believer Meats confirma una vez más que Carolina del Norte es un estado ideal para quienes desean hacer negocios.
Las amplias instalaciones, además de albergar los biorreactores necesarios para la producción de carne de cultivo, contarán con un centro de investigación y desarrollo, una cocina para acoger degustaciones, oficinas y salas de conferencias. Una vez en pleno funcionamiento, las instalaciones de casi dos kilómetros cuadrados de Believer Meats, serán las mayores de su clase. Aquí será posible producir unas 10.000 toneladas de carne cultivada sin sacrificar un solo animal.
Cambiar de carne sin renunciar a ella.
Si la idea de cambiar la dieta está aún lejos de la mentalidad de los ciudadanos estadounidenses, sobre todo en las zonas del interior cuyos habitantes son menos sensibles a ciertos temas, la única alternativa viable para combatir la degradación del medio ambiente y el cambio climático es cambiar la carne sin renunciar a ella.
Las instalaciones de Believer Meats permitirán reproducir no sólo carne de vacuno, sino también de cordero, pollo e incluso marisco. Todo el mundo tendrá acceso a la carne de una forma que promete satisfacer el gusto y ser ecológicamente sostenible. Sin embargo, la cuestión sigue siendo si los alimentos procesados son realmente tan saludables y si la verdadera agenda oculta no es trivialmente empresarial.
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