Se trataba de una fiesta
pagana muy antigua, celebrada en época de invierno, relacionada con la cosecha
y en la que estaba permitido llevar a cabo toda clase de excesos.
El origen del carnaval,
que hoy es una de las celebraciones lúdicas más populares del mundo, está
diversificado en el tiempo y en el espacio. No obstante todas las versiones que
datan su origen coinciden en que se trataba de una fiesta pagana muy antigua, celebrada
en época de invierno, relacionada con la cosecha y en la que estaba permitido
llevar a cabo toda clase de excesos; una característica relacionada con el
concepto de disfraz, que trataremos más adelante. ¿Qué antigüedad tiene el
carnaval y qué sabemos de su origen?
Para empezar, parece que
los indicios más tempranos de esta festividad se sitúan hace 5.000 años, entre
la población sumeria. La hipótesis más extendida es que los campesinos solían
elaborar una gran hoguera en la que pedían la expulsión de los malos espíritus
de la cosecha. Una tradición que coincide aproximadamente en el tiempo (aunque
no en el espacio) con la de los egipcios, quienes parece ser que llevaban a
cabo un ritual parecido durante la temporada de invierno. En este caso, el
objeto de veneración de los egipcios era el dios toro Apis, asociado a la
fertilidad, y también a los ritos funerarios.
No queda claro si los
egipcios y sumerios decoraban sus cuerpos y caras durante esta fiesta, aunque
sí es muy probable que se tratara de una celebración de éxtasis, de gozo y de
libertad.
Más adelante, los griegos
continuaron con esta costumbre, en este caso, venerando a Dioniso; y los
romanos hicieron lo propio con el dios Baco (el dios del vino): las famosas
bacanales, conocidas por la tendencia a la embriaguez y los excesos
gastronómicos y sexuales.
En referencia a los
romanos, muchas fuentes también relacionan al carnaval con Saturnalia (el
banquete de invierno del que deriva la Navidad) o incluso Lupercalia
(relacionado con San Valentín).
Aquí comenzamos a tener
referencias más claras de uno de los elementos más diferenciadores del
carnaval: el disfraz.
Las referencias de los
historiadores apuntan a que es probable que en estos días de celebración,
permitiéndose excesos de toda naturaleza, fueran frecuentes las máscaras y otro
tipo de vestimentas para ocultar la identidad, con el objetivo de preservar el anonimato
ante la realización de estos actos. Es posible que incluso a los propios
esclavos se les permitiera participar en ellos, y por ello estos serían, si
cabe, los más interesados en ocultar su verdadera imagen.
Llega el momento de detenerse en el origen del nombre
carnaval. De nuevo, hay referencias contradictorias; una de las más antiguas e
interesantes (aunque no es la hipótesis más extendida) es que procede de la
palabra carne-baal (es decir, un sacrificio al dios Moloch Baal, de origen
canaanita, que fue adorado por los fenicios, cartagineses y sirios).
Pero para explicar el
significado de la palabra que los historiadores toman como más probable, deberá
entrar en escena la religión cristiana.
Evangelización del
carnaval
Con la propagación de la
religión cristiana, y la cristianización progresiva de los pueblos europeos,
esta religión monoteísta se dedicó a evangelizar las festividades paganas (por
ejemplo, San Valentín, que luego quedó fuera del calendario santo). Una de
ellas fue la festividad del carnaval: de la palabra latina carne-levare (algo
así como abandonar la carne, o quitar la carne). Su significado puede aludir al
concepto de terminar o finalizar estos excesos gastronómicos justo antes de
iniciar la Cuaresma, que precede al domingo de resurrección. Y esto nos lleva
al siguiente punto: su fecha de celebración.
El cristianismo adaptó
esta antigua festividad pagana de disfrute y excesos a su propio calendario, y
la convirtió en la celebración que se llevaba a cabo los 3 días previos a la
Cuaresma, un periodo de penitencia y ayuno cristiano. Es decir, 40 días antes
del domingo de Ramos (fin de la cuaresma) y 40 días y una semana antes del
domingo de Resurrección.
El origen del Carnaval en
la Argentina
El Carnaval, como otras
celebraciones nacionales, fue introducido en nuestro territorio por la
población de origen español, según recuerda el ministerio de Cultura de la
Nación. A su vez, la tradición en el país ibérico viene de la celebración que
antecede a la cuaresma cristiana, período de preparación y ayuno en el consumo
de carnes previo a la fiesta de la Pascua.
Desde los tiempos de las
colonias, los festejos del carnaval, asociados a los bailes de máscaras, tenían
su epicentro en la primera sala teatral de Buenos Aires, la Casa de Comedias,
llamada popularmente la Ranchería, ubicada en las actuales esquinas de Perú y
Alsina. En Gualeguaychú, la otra capital del carnaval en el país, la primera
autorización para esta celebración se otorgó a mediados del siglo XIX: en 1840.
No hay comentarios:
Publicar un comentario