El art déco es un estilo
de diseño arquitectónico, industrial y gráfico que comenzó a gestarse hacia la
década de 1910, y alcanzó su máximo esplendor en período de entreguerras,
especialmente entre 1925 y 1935. Es el estilo que identificamos con la “Belle
Epoque” o “los años locos”.
Se caracterizó por ser una
estética clásica, simétrica y rectilínea, la cual dominó gran parte del
universo estético de la época en sus diferentes disciplinas: arquitectura,
diseño (cartel, tipografía, artes aplicadas, decoración, moda), pintura,
escultura, grabado y cinematografía.
El art déco nació en
París, se hizo dominante en Europa al finalizar la primera guerra mundial y muy
pronto se extendió hacia América, especialmente Hollywood, EE.UU., donde la
creciente industria cinematográfica lo tomó como símbolo de glamour.
No se trataba propiamente
de un movimiento unificado y, por ello, el nombre de art déco solo fue acuñado
en 1966 con ocasión de la muestra retrospectiva Les Annés 25, celebrada en el
Museo de Artes Decorativas de París. Esta exposición era, a su vez, una
conmemoración de la Exposición Internacional de Artes Decorativas Modernas de
1925. Se trata, por lo tanto, de un término de origen francés y pasó al español
como un extranjerismo.
Para comprender el estilo
del art déco es necesario repasar sus características más importantes,
presentes en todas sus expresiones (diseño gráfico, pintura, arquitectura,
diseño de mobiliario, decoración interior, moda, cinematografía, escultura y
grabados).
Lenguaje eclecticista e
historicista
El estilo art déco fue
influido por el geometrismo de las vanguardias históricas, así como por el art
nouveau y la escuela de la Bauhaus. Sin embargo, también fue sensible a los
descubrimientos arqueológicos egipcios, mesopotámicos, africanos, vikingos,
hindúes y americanos. Por ello, fue común la aparición de motivos aztecas,
mayas e incas. Consolidó, así, su carácter ecléctico e historicista.
La característica formal
más importante del art déco es la predominancia de los elementos geométricos.
Dentro de esto, destacan los siguientes aspectos:
El empleo de la línea
recta como elemento primordial.
Combinaciones de la línea
y uso del zig-zag.
Uso frecuente de curvas,
espirales y círculos, siempre subordinados al sentido geométrico y la simetría.
Gusto por las figuras
geométricas del hexágono y el octágono, y ocasionalmente del cubo.
Gusto por la simetría:
La geometrización se
expresa particularmente en un profundo interés por la simetría. En ese aspecto,
el art déco desafía los patrones y criterios del art nouveau.
El colorido participa
audazmente en los textiles, cerámica y materiales tales como la baquelita y el
plástico en los que se hace la imitación de jade, ámbar, etc., también en la
decoración de interiores y en el recubrimiento de exteriores.
Gusto por los materiales
caros
La pretensión de
refinamiento del art déco lo hizo sensible al gusto por los materiales caros,
fueran naturales o industriales.
Materiales naturales: piel
de zapa, de tiburón y carey; maderas traídas de lejanas tierras como ambón,
ébano y palisandro.
Materiales industriales:
el cromo, la baquelita y el plástico.
Temas, motivos y modos de
representación.
Son muchos los motivos y
temas del art déco. Sin embargo, lo que lo hace particular es el modo de
tratarlos, ya que ello registra un cambio cultural importante.
Figura masculina: esta
suele ser representada mediante recursos como titanes, atletas, obreros, etc.,
los cuales expresan fuerza y vitalidad.
Figura femenina: al través
del uso de líneas estilizadas, introduce un cambio en el modo de representación
de la mujer. El art déco rechaza la fragilidad e intimidad que el art nouveau
daba a la figura femenina para darle carácter y un cierto sentido de
emancipación.
Humanos alados: este
motivo aparece con frecuencia en el contexto de ambientes aéreos en competencia
con la conquista del cielo y del espacio.
Motivos naturalistas
estilizados y/o geometrizados: flores, árboles, frondas, fuentes, palmeras,
gacelas, pájaros, nubes y amaneceres.
Máquinas: expresan o
simbolizan la nueva era de la mecanización. Tanto en la pintura como en el arte
del cartel son frecuentes el uso de automóviles, locomotoras, barcos, aviones y
aparatos electrodomésticos.
Energía eléctrica: el art
déco se fascina ante el fenómeno de la energía eléctrica, símbolo de la
modernización. Con frecuencia hace de ella un motivo aplicando líneas
resquebrajadas enmarcadas en paneles o en herrería (puertas, ventanas y rejas).
Antes que nada, el art
déco fue un estilo decorativo. Por ello, su énfasis no estaba en la
funcionalidad de los objetos sino en la decoración, es decir, en los elementos
estéticos.
Refinamiento elegante y
sensual
El art déco se caracterizó
por ser refinado, elegante y sensual, en consonancia con el espíritu de la
época, que pretendía el avance hacia la modernización técnica y el progreso
económico tras la Gran Depresión. Parte de su refinamiento provenía de un
lenguaje estético culto, que bebía de las referencias de diferentes estilos
estéticos.
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