Si no hay humo
sin fuego, ahora podemos calentarnos sin producir humo. La prueba con Philippe
Rousseau y su dispositivo anticontaminación, que los elimina reciclándolos. Este invento francés dice, elimina todas las emisiones
contaminantes de las calderas de gasoil y carbón.
Este jubilado francés de 75 años lleva 30 trabajando
en un invento que acaba de ser validado por la APAVE. Permitiría que las calderas contaminantes
dejaran de emitir humo tóxico.
Ya sean de gas, eléctricas, de gasóleo o de leña,
nuestros sistemas de calefacción contaminan la atmósfera en distinta medida
según el modelo utilizado. De ellas, la caldera de gasóleo es una de las más
contaminantes. Según la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la
Energía (ADEME), «la calefacción de
gasóleo emite 300 g de CO₂ por kilovatio-hora de energía generada, frente a los 274 g del
propano y los 234 g del gas«.
En Maine-et-Loire, un antiguo fabricante de motores
Mercedes ha inventado un sistema que permite a su caldera de gasóleo dejar de
contaminar e incluso utilizar los contaminantes para calentar agua.
¿Cómo
funciona?
Philippe Rousseau es un antiguo fabricante de motores
que trabajó en Mercedes y después en Bosch, donde se especializó en sistemas de
escape.
Hoy, a sus 75 años y calentándose
con gasóleo, él y sus gatos disfrutan de un calor confortable sin que la vieja
caldera de gasóleo emita sustancias contaminantes. Ha inventado un proceso patentado que elimina
por completo los humos tóxicos de este tipo de calderas.
Su invento confina las emisiones contaminantes y las
recombina en un reactor. El hidrógeno, el carbono y el oxígeno liberados
producen metano, que reinyecta en el quemador.
Durante casi treinta años ha
convertido su garaje en un laboratorio experimental. Mientras trabajaba para Mercedes, ya había inventado un escape
que no emitía CO₂ para motores de 500 CV. En 2009, cuando la conferencia de
Copenhague dio lugar a un acuerdo mundial para luchar contra el calentamiento
global, se convenció de que podía ir incluso más allá de los motores de los
coches. Su casa se convirtió en su laboratorio y su sala de calderas en un
banco de pruebas.
Por supuesto, el
invento de Philippe está protegido por una docena de patentes y acaba de ser
validado por APAVE, una oficina de control.
Su invento también interesa a ADEME y un primer
prototipo se ha instalado en la empresa Barata, especializada en generadores de
vapor. Philippe Rousseau explica que su técnica puede aplicarse en fábricas, en
incineradoras, pero también en centrales eléctricas de carbón, aún más
contaminantes que las que utilizan gasóleo. El carbón sigue siendo la principal
fuente de producción de electricidad en el mundo y es responsable de más del
30% de todas las emisiones procedentes de fuentes de energía no renovables.
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