Un nuevo sistema de
almacenamiento ecológico ofrece energía renovable a la carta, puede ayudar a
las comunidades, y a las compañías eléctricas a equilibrar la demanda de
energía de los consumidores almacenando el exceso de energía procedente de
fuentes renovables como la solar y la eólica.
Los fans de la película Regreso
al futuro quizá recuerden el término «condensador de fluzo»
como un dispositivo ficticio que permite viajar en el tiempo. Ese dispositivo
aún no existe, pero una
tecnología de almacenamiento de la Universidad de Florida Central utiliza un
tipo diferente de condensador de flujo desarrollado por la NASA.
Mientras trataban de encontrar
una forma de almacenar energía renovable y utilizarla después cuando fuera
necesaria, Jayanta Kapat, profesor de Pegasus de la UCF, y los investigadores
Marcel Otto y Ladislav Vesely descubrieron que el condensador de flujo
criogénico (CFC) de la NASA podría ser parte de la solución.
El equipo de la UCF ha inventado recientemente una forma de convertir de forma rentable el
exceso de energía renovable en hidrógeno y oxígeno y almacenarlo a largo plazo:
días, semanas o incluso meses.
Más tarde,
cuando se necesita la energía, se reconvierte y se añade a la red eléctrica. Esa capacidad a la carta permite a las compañías eléctricas
satisfacer y equilibrar las necesidades energéticas de una comunidad no sólo de
un día para otro, sino de una estación a otra.
Kapat, que dirige el Centro de Investigación de
Turbomaquinaria y Energía Avanzadas de la UCF, afirma que los sistemas de
baterías de litio están bien para periodos cortos, de unas horas a un día.
No se trata sólo de almacenar la
energía de la mañana a la noche, sino también de una estación a otra. El verano
puede ser una época en la que tengas exceso de energía, como la solar, y el
invierno puede ser una época en la que necesites la energía.
Jayanta Kapat
La solución ha sido bautizada como Direct Burning CO₂ H₂/O₂ Power System.
Una innovación
adecuada para las tierras áridas.
Como puede verse, el sistema funciona de forma
completamente distinta a una batería. Para producir electricidad, se combinan H2 y CO2. Esta mezcla crea agua que
libera calor y se combina con dióxido de carbono supercrítico (sCO2). Este último es un fluido
no tóxico y no inflamable. Se utiliza para accionar una turbina, que a su vez
genera electricidad. Los inventores afirman que su máquina tiene la ventaja de
ser respetuosa con el medio ambiente, ya que no emite óxidos de nitrógeno (NOx)
nocivos. También es adecuada para zonas áridas. «No
hay necesidad de utilizar constantemente agua subterránea o de fuentes como
ríos y lagos«, afirma Jayanta Kapat.
Enorme potencial.
Jayanta Kapat explicó que el condensador de flujo es
una alternativa a las grandes redes eléctricas, que tienen el inconveniente de
una mayor huella de carbono. Además de ser una solución eficaz para hacer
frente a las variaciones en la producción de electricidad, el sistema
demostraría su eficacia en caso de catástrofes naturales. Además, podría
utilizarse para fines distintos de la generación de electricidad. El hidrógeno
producido por la invención podría, por ejemplo, utilizarse para propulsar los
aviones del futuro.
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