Un biorreactor es un recipiente o sistema que mantiene un ambiente biológicamente activo. Se puede definir como un sistema diseñado, desplegado para facilitar el crecimiento de la masa biológica a través de la transformación o degradación del material alimentado al reactor.
En algunos casos, un biorreactor es un
recipiente en el que se lleva a cabo un proceso químico que involucra organismos o sustancias bioquímicamente activas derivadas de dichos organismos. Este proceso
puede ser aerobio o anaerobio. Estos biorreactores son comúnmente cilíndricos y
varían en tamaño desde algunos mililitros hasta metros cúbicos y usualmente se
fabrican con acero
inoxidable.
Un biorreactor puede ser también un dispositivo
o sistema que se emplea para hacer crecer células o tejidos en operaciones de cultivo
celular. Estos dispositivos se encuentran en desarrollo
para su uso en ingeniería de tejidos. En términos generales, un biorreactor busca mantener
ciertas condiciones ambientales propicias (pH, temperatura, concentración de oxígeno, etc.) para el organismo o sustancia química que se cultiva. En función de los flujos de
entrada y salida, la operación de un biorreactor puede ser de tres modos
distintos: discontinuo (batch), semicontinuo (fed-batch) o continuo (quimiostato).
Cultivos y fermentaciones:
Lo primero que hay que entender en el diseño de reactores
biológicos es que, contrario a los químicos, su cinética no está determinada
exclusivamente por la velocidad de reacción y
las variables que la determinan. Aunque se puede describir de manera similar a
la química, la cinética biológica también depende de características
intrínsecas del organismo o cultivo tales como el crecimiento y la tasa
de división celular,
así como del tipo de operación que se lleve a cabo. Por eso, lo primero que se
define en el diseño de un biorreactor es el propósito de utilización; es decir,
qué tipo de cultivo se va a utilizar, el modo de operar y/o el proceso de
cultivo. El conjunto biorreactor-sistema de cultivo debe cumplir con los
siguientes objetivos:
1. Mantener las células distribuidas uniformemente en todo el
volumen de cultivo.
2. Mantener la temperatura constante y homogénea.
3. Minimizar los gradientes de concentración de nutrientes.
4. Prevenir la sedimentación y la floculación.
5. Permitir la difusión de gases nutrientes a la velocidad
requerida por el cultivo.
6. Mantener el cultivo puro.
7. Mantener un ambiente aséptico.
8. Maximizar el rendimiento y la producción.
9. Minimizar el gasto y los costos de producción.
10.
Reducir al máximo el tiempo.
Una fermentación es un proceso biológico
o bioproceso que consiste en la descomposición de la materia orgánica por microorganismos fermentadores (bacterias y hongos).4 Biorreactor y fermentador son
términos similares, pero con una clara diferencia. El término biorreactor a
menudo se relaciona con el cultivo de células madre, vegetales y de mamíferos.
Si la aplicación es el cultivo de bacterias, levaduras u hongos, entonces se
utiliza el término fermentador. No será un error usar el término biorreactor
también en tales casos, pero en el caso del cultivo de células solo se usa el
término biorreactor. El nombre fermentador está asociado a reactores en los que
se realizan fermentaciones, es decir, procesos metabólicos que producen
transformaciones químicas en sustratos orgánicos mediante la acción de enzimas5.
Un cultivo también es un bioproceso; pero
generalmente se asocia a organismos o microorganismos superiores (en orden
jerárquico) a las bacterias; los cultivos son casi todos del Reino
Eucariota.
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