25 de febrero de 2023 / 11:50 a. m.
El Papa Francisco se
dirigió a los rectores, profesores y estudiantes de las universidades e
instituciones pontificias de Roma, para agradecerles por su aporte a la Iglesia
y para compartir su visión de cómo debe ser una casa de estudios vinculada a la
Santa Sede.
Según el Santo Padre,
una universidad honrada con el título de Pontificia es una “escuela de acuerdo
y consonancia entre diferentes voces e instrumentos”, y “no una escuela de la
uniformidad”.
San John Henry Newman
describe a la casa de estudios como el lugar donde diferentes conocimientos y
perspectivas se expresan en armonía, se complementan, corrigen y equilibran
entre sí, recordó Francisco durante una audiencia en el Vaticano, el 25 de
febrero.
“Esta armonía pide ser cultivada ante todo en vosotros mismos,
entre las tres inteligencias que vibran en el alma humana: la de la mente, la
del corazón y la de las manos, cada una con su propio timbre y carácter, y
todas necesarias”, dijo el Santo Padre a los rectores.
“Lenguaje
de la mente que se combina con el del corazón y el de las manos: lo que
piensas, lo que sientes, lo que haces”, subrayó.
La “inteligencia de las manos”
El Papa Francisco advirtió a los académicos que la “mente no
podrá comprender nada si las manos están cerradas por la avaricia o si son
‘manos agujereadas’, perdiendo el tiempo, la salud y los talentos”.
También
aseguró uno no puede instruirse “si las manos tienen dedos apuntando sin piedad
a los hermanos y hermanas que se equivocan” o si “no pueden unirse y subir al
Cielo en oración”.
“Las
manos de Jesús tocan el pan y el vino, el cuerpo y la sangre, la vida misma, y dan gracias, toman y
dan gracias porque sienten que todo es don del Padre”, recordó el Papa.
“Hagamos, pues, armonía dentro de nosotros
mismos, haciendo también nuestras manos ‘eucarísticas’ como las de Cristo y
acompañando el toque, en cada contacto y apretón, con un humilde, gozoso y
sincero agradecimiento”, exhortó a los presentes.
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