Para comenzar se necesita contar con las instalaciones adecuadas y presentar en la Dirección Nacional de Fauna y Flora Silvestre una solicitud de habilitación como criadero, ya que se trata de una especie protegida. Según la infraestructura, se autoriza a recolectar una determinada cantidad de huevos de la fauna silvestre, que luego se incuban.
A los cuarenta días nacen las crías,
que demoran dos años hasta que llegan a ser sexualmente adultas. "También
se pueden comprar los huevos o juveniles (de seis meses a un año) a criaderos
que están más avanzados. La compra de madres es más complicada porque no hay
muchas en el mercado", apunta el emprendedor. Y añade: "En cualquiera
de estos casos, lo prudente es decir que el retorno de dinero empieza sólo a
los dos años".
Pero, ¿qué
se requiere para montar un criadero? En primer lugar, se necesita una sala de
incubación de 20 metros cuadrados con mampostería ordinaria, techo con
aislamiento, ventilación y paredes de ladrillo común. Se debe contar, además,
con una incubadora. "Después, se necesita un galpón de cría de por lo
menos 60 metros cuadrados, con techo de chapa, paredes de alambre y lona, con
campana de calor. Por último, un sector de recría y engorde a campo abierto (el
número de hectáreas depende del tipo de pastura y del rinde de cada campo).
En
cuanto a los costos que insume el armado, el empresario estima: "Para
empezar con 200 huevos, se necesitan entre 25.000 y 30.000 pesos. Yo invertí
130.000, pero monté una estructura muy grande, con 500 reproductores, tres
incubadoras y un galpón de recría para 500 animales".
Una carne saludable
Cualquier
región de nuestro país es apta para la cría del ñandú (en Australia se lo llama
emú y en Africa, avestruz), porque se trata de un animal muy rústico. "Su
única enfermedad es la parasitosis, pero se soluciona fácil", acota
Cortina.
Su
carne, de muy buen sabor, presenta múltiples bondades para la salud: es magra,
baja en colesterol y con alto contenido proteico. "Tiene el exquisito
gusto de las carnes de caza, combinado con la textura y suavidad propia del
animal de criadero."
Además
de la carne, que se cotiza entre 25 y 30 dolares por kilo, se comercializan el
cuero (utilizado por fábricas de ropa) y las plumas (se usan en la confección
de plumeros). "El cuero también se puede colocar en una curtiembre, pero
el volumen debe ser mayor", aclara Cortina, que vende su producción a dos
proveedores de hoteles y restaurantes.
Por
tratarse de una actividad nueva en el país, la exportación se dificulta.
"Hoy nadie exporta porque no se cuenta con las cantidades
requeridas", se lamenta el emprendedor. Por tal motivo, planea reunir
varios criaderos y juntar un gran volumen de producción. "Pienso que en
dos años lo lograremos", se ilusiona.
Asociación
- En agosto de 2003 se
fundó la Asociación de Criadores de Ñandú en la Argentina (Acriña),
integrada por la mayoría de los productores locales. La entidad organiza
cursos y reuniones mensuales para perfeccionar la cría y también asesora a
futuros productores y brega por sus intereses ante el Estado y sus
instituciones. Su próxima reunión se efectuará el 30 del actual, en La
Paz, Entre Ríos. Para mayor información: www.acrina.com.ar ; e-mail:
info@acrina.com.ar.
Costos para empezar en dólares:
- 8000 a 11.000 :
incubadora.
- 400 a 1000 :
dos campanas de gas.
- 9000 :
galpón de 60 metros cuadrados.
- 3600 :
alambrado de sector de recría (tres hectáreas).
- 1150 :
implantación de pastura.
- 1500 :
elementos de precisión (balanza digital, 2 termómetros, ovoscopio).
- 900 :
postes, bebidas y comederos.
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