Bautizada como ROMEO, es la primera planta en
Italia que simplifica la forma de reciclar los RAEE (residuos de aparatos
eléctricos y electrónicos): sin necesidad de altas temperaturas o procesos
mecánicos de pretratamiento, el sistema recupera
los metales preciosos de los teléfonos móviles y ordenadores viejos,
y lo hace con una alta eficiencia. Detrás de Romeo hay un equipo de
investigadores del Enea.
El nombre
ROMEO proviene de las siglas “Recovery Of MEtals by hydrOmetallurgy”
(Recuperación de metales por hidrometalurgia): la planta usa un proceso
hidrometalúrgico, patentado por el organismo nacional italiano, para recuperar oro, plata, platino, paladio, cobre, estaño y plomo de las
placas electrónicas.
El sistema tiene un rendimiento del 95% y se
caracteriza por unos menores costes energéticos así como por un excelente
rendimiento medioambiental. De acuerdo con los verdaderos dictados de la
economía circular, el sistema capta las
emisiones gaseosas liberadas en el proceso, las trata y las
transforma en reactivos para ser reutilizadas en un nuevo ciclo.
Las
técnicas hidrometalúrgicas en lugar de las técnicas pirometalúrgicas
convencionales de altas temperaturas, así como la ausencia de una fase inicial
de trituración de desechos, disminuyen los costes de energía. Además, la planta se caracteriza por su modularidad y
flexibilidad, dos características esenciales. De hecho, ROMEO puede
tratar incluso pequeñas cantidades de desechos electrónicos y elegir el grado
de pureza del metal recuperado, según las exigencias del mercado.
Los científicos han instalado
una máquina piloto en el Centro de Investigación Casaccia, al norte de Roma.
Según las primeras estimaciones, el tratamiento de una tonelada de placas
electrónicas permite recuperar 129
kg de cobre, 43 kg de estaño, 15 kg de plomo, 0,35 kg de plata y 0,24 kg de oro. Por un valor
total de mercado de más de 10 mil euros.
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