Una startup
argentina parece haber encontrado la solución al acuciante
problema de las abejas en el mundo.
En las últimas
décadas, las poblaciones de abejas han experimentado un rápido declive.
Esto generó un problema importante para los agricultores en particular, quienes
dependen en gran medida de los polinizadores para sus cultivos.
Las abejas son responsables de la polinización de casi un tercio
de todos los cultivos en todo el mundo, pero ahora alrededor
del 40% de ellos se enfrentan a la extinción.
La empresa
argentina, Beeflow, afirma tener un nuevo producto que
convierte a las abejas en “super abejas” más resistentes al frío (modificando su
sistema inmune) lo que prolongaría los períodos de
actividad de las mismas. Según el CEO de Beeflow, Matias Viel, los
apicultores de la compañía alimentan a los insectos con la fórmula
especial aproximadamente una vez por semana. Se compone de
azúcar, agua y un ingrediente sin nombre. Esta resistencia permite a las abejas duplicar
sus viajes de invierno.
¿Qué es Beeflow?
La compañía salió al mercado en 2016 con
un proyecto basado en biotecnología que consiguió desarrollar
abejas fuertes e “inteligentes” para polinizar los cultivos de una forma más
eficiente respecto a abejas “normales”.
Trabajan con moléculas 100
por ciento orgánicas y su servicio no produce ningún
perjuicio para las abejas sino que buscan aumentar la
producción agrícola mientras resguardan su salud. El servicio que brindan dura
lo que dura la floración de los cultivos. Una vez que esta finaliza, termina el
servicio y el productor paga un valor por hectárea. Luego, las
colmenas vuelven al apicultor junto con el pago por el alquiler de sus
colmenas. “Con este modelo de negocio de triple impacto buscamos también
beneficiar a los apicultores para que puedan profesionalizarse”, indicó Viel a Infotechnology.
El “caso testigo”, que lo empezó todo, ilustra su
efectividad. Lograron, con sus métodos de polinización, incrementar la
cosecha de kiwis en la zona cercana a Mar del Plata en un 90 por ciento por
héctarea. Ahora, se proponen empezar a trabajar con almendras
en Mendoza, arándanos en Entre Ríos y manzanas en Río Negro.
En febrero de este
año comenzó
a probar la fórmula en una granja de almendras en California.
Los productores de almendras, en particular, son los más afectados por el
declive de las abejas. En general, estos agricultores alquilan entre dos y dos y media
colmenas por acre para la temporada de polinización. Sin
embargo, el costo de una colmena ha aumentado este año de US$ 50 por colmena a
alrededor de US$ 230, según Viel.
Sin embargo, los resultados
finales aún está por llegar.
Mientras tanto, en
junio Beeflow recibió una inversión de US$ 3 millones de parte de Ospraie
Ag Science. Los argentinos planean usar el dinero para financiar
su sede en Los Ángeles y hacer crecer un equipo en los Estados Unidos.
Fuente:
Infotecnology
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