El Papa
Francisco lanzó un nuevo llamado a la comunidad internacional por la tragedia
en Siria este domingo 23 de febrero durante su visita a Bari, en el sur de
Italia.
En esta ocasión, el Santo Padre realizó
tal llamado a la comunidad internacional junto a los 58 obispos de territorios
que limitan con el Mar Mediterráneo quienes estuvieron reunidos desde el 19 de
febrero por el encuentro “Mediterráneo frontera de paz” organizado por la
Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Al finalizar la Misa, y antes del rezo
del Ángelus, el Pontífice advirtió que “mientras estamos reunidos aquí para
rezar y reflexionar sobre la paz y el destino de los pueblos del Mediterráneo,
al otro lado de este mar, especialmente en el noroeste de Siria, está
ocurriendo una gran tragedia”.
“Desde
nuestros corazones de pastores se eleva un fuerte llamado a los actores
involucrados y a la comunidad internacional, para silenciar el estruendo de las
armas y escuchar el llanto de los pequeños y los indefensos; para que dejen de
lado los cálculos y los intereses y se protejan la vida de los civiles y de los
muchos niños inocentes que pagan las consecuencias”, dijo el Papa.
Por ello, el Pontífice animó a pedir al
Señor “que mueva los corazones y que todos puedan superar la lógica del
enfrentamiento, del odio y de la venganza para redescubrirse como hermanos y
hermanas, hijos de un solo Padre, que hace salir el sol sobre los buenos y los
malos”.
“Invoquemos al Espíritu Santo para que
cada uno de nosotros, a partir de nuestros gestos de amor cotidianos,
contribuya a construir nuevas relaciones, inspiradas en la comprensión, en la
acogida y en la paciencia, colocando así las condiciones para experimentar la
alegría del Evangelio y difundirla en todos los ámbitos de la vida”, invitó el
Santo Padre.
Por
este motivo, antes de rezar el Ángelus, el Papa imploró a la Virgen María, “la
‘Estrella del Mar’ -Santa Madre de Dios- a quien vemos como el más alto ejemplo
de fidelidad a Jesús y a su palabra” para que “nos ayude a caminar por este
camino” y después, permaneció un instante en silencio orante.
Por
último, el Pontífice agradeció a todos los obispos que participaron al
encuentro “Mediterráneo frontera de paz” y a quienes trabajaron en la
organización de esta iniciativa porque “contribuyeron a hacer crecer la cultura
del encuentro y del diálogo en esta región tan importante para la paz en el
mundo”.
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