El mes
pasado se agotaron las últimas existencias de gasolina con plomo en el mundo,
después de una campaña de casi dos décadas lideradas por el PNUMA para acabar
con su uso. Esta medida permitirá salvar cada año 1,2 millones de vidas y
ahorrar una cifra superior a los 2,4 billones de dólares.
El Programa de las Naciones Unidas Para el Medio
Ambiente (PNUMA, según sus siglas) proclamó el fin oficial del uso de la
gasolina con plomo en el mundo, después de que las estaciones de servicio de
Argelia dejaran de suministrar este combustible.
Antonio
Guterres, secretario general de la ONU, festejó la desaparición de esta
sustancia tóxica para el ser humano y el medio ambiente: "hoy celebramos
un hito para el multilateralismo, la culminación de un esfuerzo global unido
para librar al mundo del plomo en la gasolina y las medidas para la salud
humana y planetaria”.
Fue
en 1922 que el uso del plomo tetraetílico empezó a usarse como un aditivo de la
gasolina para lograr un mejor rendimiento del motor. La idea fue patentada por
el ingeniero estadounidense Thomas Midgley (1889-1944), el padre de los compuestos
clorofluorocarburos (CFC), que se idearon para los sistemas de
refrigeración, pero que con el pasar de los años han colaborado en la
destrucción de la capa de ozono.
Aunque la toxicidad del plomo se
reconoce desde la época romana, en la década de los 70 casi todo el combustible
producido en el mundo contenía plomo. Para 1980, la mayoría de los países desarrollados
ya había prohibido el uso de la gasolina con esta sustancia. Y aunque en 2002
el PNUMA inició una campaña para eliminar el uso del plomo bajo el nombre de
‘Alianza para Combustibles y Vehículos Limpios’, al menos 86 países todavía la
utilizaban.
Para Inger Anderson, directora del PNUMA el uso del
plomo en la gasolina es “el tipo de errores que la humanidad ha estado
cometiendo en todos los niveles de nuestras sociedades. El tipo de errores que
nos han llevado a la triple crisis planetaria: la crisis del cambio climático,
la crisis de la pérdida de biodiversidad y la crisis de la contaminación."
Manipulación
del plomo y las repercusiones en la salud
Estudios de
la OMS han demostrado que la gasolina con aditivos de plomo causa enfermedades
cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y aporta a la muerte prematura
del ser humano. Sin embargo, lo que más ha preocupado a los expertos es la
incidencia en el desarrollo de los niños, pues la exposición con este
contaminante puede reducir el coeficiente intelectual entre cinco y 10 puntos.
La OMS
explica que el plomo puede acumularse en los huesos, durante el embarazo se
libera hacia la sangre y se convierte en una fuente de exposición para el feto.
Incluso, existen estudios que han vinculado las altas tasas de violencia de
Estados Unidos a la exposición de este metal pesado.
“Después de
un siglo de muertes y enfermedades que afectaron a cientos de millones de
personas y degradaron el medio ambiente mundial, estamos determinados a
enderezar la trayectoria de la humanidad con una transición acelerada hacia la
movilidad eléctrica y el uso de vehículos limpios”, dijo Andersen.
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