Se
han puesto a pensar en qué tanto de lo que piensan en el día es bueno, malo,
positivo o negativo, es verdad o mentira … ¿Han analizado lo que predomina en
sus mentes? ¿Están conscientes que la forma de pensar determina la vida y lo
que atraen de ella, en ella?
De
hecho, recientemente leí que a pesar de que podemos tener unos 60 mil
pensamientos a lo largo del día, un 94% son rumiantes; es decir, que nos
repetimos en la cabeza, una y otra vez, lo mismo, según comentaba en un
artículo, Zeneida Bernabé (@ZeneidaBernabe), coach especialista en gestión del
sufrimiento, y que me puso en la cabeza escribirles sobre esto nuevamente, ya
que siempre les menciono, lo poderoso del pensamiento, de la mente.
Si
las historias que nos contáramos con frecuencia fueran dichosas y felices no
habría por qué preocuparse. Lo que ocurre es que, según revelan los estudios
científicos, el 80% de los pensamientos que tenemos, son negativos, salvo que
hagamos un esfuerzo y nos entretengamos para que pase lo contrario.
¿Cuál
es el antídoto?
¿Qué
estrategias podemos adoptar para cambiar esos pensamientos negativos y
convertirlos en positivos?
De
acuerdo con Bernabé, existe una fórmula de indagar en la mente, que permite
ampliar la mirada y no ver solo lo negativo. Se trata de aceptar gradualmente
la realidad sin cambiarla ni huir de ella, enfrentándola y trabajándola.
Esto
es lo que la escritora norteamericana Byron Katie describe como el método “The
Work” o el “El Trabajo” en su libro “Amar lo que es”. The Work es un sencillo
y, a la vez, poderoso proceso de introspección que enseña a identificar y
cuestionar los pensamientos causantes de todo nuestro sufrimiento o malestar emocional.
Es una manera de entender qué te está doliendo, y de enfrentar la causa con
claridad.
Las
personas que hacen “El Trabajo” en forma continuada generalmente reportan
resultados transformadores en su vida.
De
una manera práctica dicha indagación lleva a recordar un momento y preguntarse
sobre lo que se vivió, si: ¿Es verdad o no?, ¿Tienes la certeza absoluta de que
es verdad?, ¿Qué sucede cuando piensas en ese hecho? Y ¿Qué sucedería si no
tuvieras ese pensamiento?
En
fin, con estas sencillas preguntas podemos abrir nuestra mente para tener un
nuevo y mejor pensamiento o ver las consecuencias de tenerlo.
Beneficios
de nuestro trabajo interior…
-
Bajar los niveles de tristeza y tendencia depresiva incluso en medio
situaciones que antes resultaban debilitantes.
- Controlar el estrés para con ello bajarle el nivel a la ansiedad o el miedo.
- Al tener un mayor balance mental mejorarán nuestras relaciones en general,
incluso hasta con nosotros mismos.
El
crecimiento emocional más el autoconocimiento nos hace menos propensos a la
ira, ya que comprender lo que te produce enojo y resentimiento, te hace menos
reactivo.
- Aumentará tu claridad mental e inteligencia emocional.
- Sentirás bienestar y energía.
- Experimentarás paz mental.
¿Cómo
hacer “El Trabajo”?
En
silencio y en esos espacios que te des para la reflexión, juzga a los demás y
con esa misma vara evalúate a ti mismo. “Al dejar que la mente que juzga tenga
su vida propia, por escrito en el papel, descubres lo que aún no conoces de ti
mismo a través del espejo de quienes has juzgado.
Parte
del trabajo es la meditación. Se trata de crear conciencia, no de intentar
cambiar los pensamientos, pero sí de hacerte muchas preguntas y darte el tiempo
necesario para interiorizar y esperar que las respuestas más profundas salgan
desde el fondo de tu corazón.
Según
la autora ¿Puedes llegar a saber que es verdad con absoluta certeza? ¿Cómo
reaccionas, qué sucede, cuando tienes o crees ese pensamiento? ¿Quién serías
sin dicho pensamiento?
Les cuento que cuando comencé a analizar mis juicios sobre
otros y sobre mí misma, me di cuenta de que todo lo que yo decía acerca de los
otros, se aplicaban a mí. Era simplemente mi proyección. Ahora, en lugar de
tratar de cambiar al mundo que me rodea, puedo entender mejor mis pensamientos
escribiéndolos en el papel, indagándolos, y sorprendiéndome cuando encuentro
que soy igual a como pensaba que era el otro.
Hasta
que no veas al enemigo como un amigo, “Tu Trabajo” no está terminado. Esto no
quiere decir que tienes que invitar a cenar a esa persona incómoda. La amistad
debe ser una decisión. Tal vez no vuelvas a ver nunca a esa persona molesta,
quizá hasta te divorcies de ella, pero cuando piensas en ese ser, ¿sientes
tensión o paz? He allí lo importante.
Debes
aceptar la realidad como es y no pelearte con ella. Ese es el truco. “The Work”
no dice a nadie lo que debe o no debe hacer. Sólo nos lleva a preguntarnos
¿Cuál es el resultado de pelear con la realidad? ¿Cómo te sientes? El Trabajo
explora la causa y el efecto de apegarnos a pensamientos dolorosos y en esa
indagación encontraremos la libertad. Mientras más indagaciones hagas, más
libre serás.
Por
último, y muy importante, en el momento en que dejas de contestar las preguntas
desde el corazón y empiezas a justificar o defender esas afirmaciones que estás
procesando, “El Trabajo” deja de funcionar.
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