Las orquídeas son
una de las plantas más fascinantes del mundo botánico. Y, entre
todas sus múltiples variedades (recordemos que son una de las familias
vegetales más grandes que existen), destaca una
auténtica rareza que recibe una multitud de nombres precisamente por ese
aspecto peculiar. Flor murciélago, bigotes de gato o la flor del diablo son los
apodos comunes de una orquídea singular: la Tacca Chantrieri Green Mystery.
Una planta de tallos cortos que nacen de un rizoma grueso y carnoso. Su
origen exótico (es una planta nativa de Bangladesh, India, sur de China y
sudeste de Asia, incluyendo Tailandia) es probablemente el responsable de su
peculiar fisionomía.
En un solo
vistazo, nada tiene que ver con un orquídea «al uso».
Y para ello, no hay más que echarle un vistazo a sus hojas: son simples,
erectas y su unión al tallo es leve (a diferencia de otras orquídeas, como la Phalaenopsis).
Suelen medir entre 10 y 30 centímetros y la hoja tiene forma elíptica con un
característico color verde oscuro brillante por un lado y más pálida por el
reverso. Su fruto, en forma de baya, tiene un tono púrpura y es carnosa,
de unos 4 por algo más de un centímetro. A diferencia de otras orquídeas, es
dada a tirar semillas.
La orquídea murciélago
es una orquídea para no tener prisa. Es decir: tendremos que esperar para
verla germinar entre uno y nueve meses, por lo que no es una planta idónea para
impacientes. Eso sí: una vez que han germinado, es importante trasplantarlas a
macetas con un buen compuesto (mejor turba o sustituto de turba con un 10% de
arena). Empezaremos con macetas de 8 centímetros de diámetro para ir
trasplantándola sucesivamente en macetas de 12 y, cuando sea un planta adulta,
de 20 centímetros.
Además, es
importante saber que se trata de una orquídea típica de invernaderos o
patios sombreados (es amante de la luz tamizada) y,
al igual que el resto de orquídeas, necesita humedad ambiental y sustrato
fértil (húmedo y rico en materia orgánica). La temperatura y el riego son otros
dos aspectos fundamentales para esta planta: durante los meses de invierno, es
recomendable regarla poco y tenerla a una temperatura de entre 15 y 18 grados
(no puede estar por debajo de los 14-15 grados, el frío no es amigo para ellas
y no solo no permitirá la floración sino que además debilitará la planta). Y,
durante los meses de calor, incrementaremos el riego y no solo tendremos
cuidado con la temperatura (entre 25 y 30 grados) sino también con la luz
solar. Es importante protegerla en una sombra si el sol es fuerte e, incluso,
regarla rociándola de agua para evitar que se deshidrate cuando las
temperaturas sean muy altas.
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