**LECTURA de DOMINGO:
CERRARON
los PROSTÍBULOS de PARÍS cuando murió: Victor Hugo fue muy conocido en París por su
gran afición a practicar sexo. Sí, llegó a ser famoso por ello. Dejando a un
lado las leyendas que él mismo gustaba de contar, como que en la noche de bodas
con su mujer había tenido sexo en nueve ocasiones, Hugo era una figura habitual
de la noche bohemia parisina y de sus famosos burdeles.
Esto
llegó a ser tan notable que el día
de la muerte del autor, cerraron todos los lupanares/prostíbulos de París para
ir a presentar sus respetos a tan importante cliente. Otros relatos dictan que
esa noche las prostitutas se pusieron crespones en los genitales como señal de
duelo.
Considerado
como uno de los grandes exponentes del romanticismo y de la literatura francesa
en general. Inició su carrera como escritor escribiendo poesía, novelas y obras
de teatro. A los catorce años recibió un premio de la Academia Francesa y a los
diecisiete obtuvo el premio de la Academia de los Juegos Florales de Tolosa.
Fue
caballero de la Legión de Honor, miembro de la Academia Francesa, de la Asamblea
constituyente y del Senado, entre otros cargos. Permaneció en exilio durante
dieciocho años (1852-1870) y regresó a París después de la caída del Segundo
Imperio.
Poeta,
dramaturgo y novelista francés considerado el máximo exponente del Romanticismo
en su país. La infancia de Victor Hugo transcurrió en Besançon, salvo dos años
(1811-1812) en que residió con su familia en Madrid, donde su padre había sido
nombrado comandante general. De temprana vocación literaria, ya en 1816
escribió en un cuaderno escolar: «Quiero ser Chateaubriand o nada».
En 1819
destacó en los Juegos Florales de Toulouse y fundó la revista Le Conservateur littéraire, junto
con sus hermanos Abel y Eugène, pero su verdadera introducción en el mundo
literario se produjo en 1822, con su primera obra poética: Odas y poesías diversas. En el prefacio de su
drama Cromwell (1827)
rechazó las reglas del teatro neoclásico, proclamó el principio de la «libertad
en el arte» y definió su tiempo a partir del conflicto entre la tendencia
espiritual y el apresamiento en lo carnal del hombre; considerado el manifiesto
fundacional del teatro romántico, el texto situó a Victor Hugo como cabeza del
movimiento, y su casa se convirtió en la sede del cenáculo romántico.
Desde esa
nueva posición de jefe de filas del Romanticismo, y secundado por figuras
como Alphonse
de Lamartine, Alfred de
Musset, Charles Nodier o Alfred de
Vigny, el virtuosismo poético de Victor Hugo se puso de manifiesto
en Las Orientales (1829), que satisfizo el gusto de
sus contemporáneos por el exotismo oriental. La censura de su drama en cinco
actos Marion Delorme retrasó
su aparición en la escena teatral hasta el estreno de Hernani (1830), obra maestra que triunfó en la
Comédie Française.
La
representación de este drama constituyó un auténtico escándalo, pero significó
también la victoria de la joven guardia romántica sobre el viejo clasicismo y
marcó un hito en la literatura por su ruptura con las rígidas normas de la
tragedia francesa.
En 1830
inició una fase de singular fecundidad literaria, en la cual destacaron, además
de distintos libros de poesía, su primera gran novela, Nuestra Señora de París, y el drama Ruy Blas. En 1841 ingresó en la Academia Francesa,
pero, desanimado por el rotundo fracaso de Los burgraves,
abandonó el teatro en 1843. La muerte de su hija Léopoldine, acaecida mientras
él estaba de viaje, sumada al desengaño por la traición de su esposa con su
amigo Sainte-Beuve, lo
sumieron en una honda crisis.
Entregado
a una actividad política cada vez más intensa, Victor Hugo fue nombrado par de
Francia en 1845. Pese a presentarse a las elecciones de 1848 en apoyo de la
candidatura de Napoleón
III Bonaparte, sus discursos sobre la miseria, los asuntos de Roma y la ley
Falloux anticiparon su ruptura con el Partido Conservador. El 17 de julio de
1851 denunció las ambiciones dictatoriales de Napoleón III y, tras el golpe de
Estado, huyó a Bélgica. Si bien es cierto que no publicó ninguna obra entre
1843 y 1851, concibió su novela Los miserables y
compuso numerosos poemas que aparecieron posteriormente.
En 1852 se instaló, con su familia, en Jersey (Reino Unido), de
donde pasó en 1856 a Guernesey. Allí permaneció, en su propiedad de
Hauteville-House, hasta 1870. Republicano convencido, denunció sin tregua los
vicios del régimen conservador de su país y en 1859 rechazó la amnistía que le
ofrecía Napoleón III.
De este
exilio de veinte años nacieron Los castigos,
brillante sarta de poesías satíricas; la trilogía de El fin de Satán, Dios y La leyenda de los siglos, ejemplo de poesía filosófica
en la que traza el camino de la humanidad hacia la verdad y el bien desde la
época bíblica hasta su tiempo; y su novela Los miserables,
denuncia de la situación de las clases más humildes.
De vuelta a París, tras la caída de Napoleón III (1870), Victor
Hugo fue aclamado públicamente y elegido diputado. Fue derrotado en los
comicios siguientes, pero en 1876 obtuvo el escaño de senador de París,
posición desde la que defendió la amnistía de los partidarios de la Comuna. Sin
embargo, desengañado por la política, regresó a Hauteville-House (1872-1873).
El ritmo
de su producción disminuía, pero su prestigio se acrecentaba sin cesar: un
banquete conmemoró el quincuagésimo aniversario de Hernani; en 1881, su cumpleaños fue celebrado
oficialmente y los senadores, en la tribuna, se levantaron sin excepción en su
honor. A su muerte, el gobierno francés decretó un día de luto nacional y sus
restos fueron trasladados al Panteón. Considerado como uno de los mayores
poetas franceses, su influencia posterior sobre Baudelaire, Rimbaud e
incluso Mallarmé y
los surrealistas es innegable.
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