Los casos registrados tienen estas cosas en común:
1. Las víctimas son
alcohólicos crónicos;
2. Suelen ser mujeres
de edad avanzada;
3. El cuerpo no se ha
quemado espontáneamente, sino que alguna sustancia encendida ha entrado en
contacto con él;
4. Las manos y los
pies suelen caerse;
5. El fuego ha causado
muy pocos daños a las cosas combustibles en contacto con el cuerpo;
6. La combustión del
cuerpo ha dejado un residuo de cenizas grasientas y fétidas, de olor muy
desagradable.”
Se le llama
combustión espontánea humana porque la víctima termina convertida en cenizas,
sin que haya mucho daño causado por el fuego en las cercanías ni una fuente
obvia de encendido.
Es muy rara y las víctimas usualmente son ancianas y viven
solas.
Muchos asumen que sólo fuerzas supernaturales o exóticas pueden
explicar la razón para que, por ejemplo, se encuentre a menudo una pierna sin
quemaduras, mientras que el resto del cuerpo está completamente quemado.
Pero lo más probable
es que se trate de un proceso más aterrizado conocido como el 'efecto mecha'.
La víctima primero se muere de un ataque al corazón, un derrame
o una caída.
Un cigarrillo prendido o una chispa de algún fuego cercano hace
que su ropa arda sin llama.
Mientras la ropa se va quemando lentamente, el calor derrite la
grasa que está debajo de la piel y la tela carbonizada la absorbe como una
mecha y la quema.
Experimentos llevados a cabo con cadáveres de cerdos envueltos
en cobijas han mostrado que arde con una llama suave y estable que calienta el
cuerpo a 800ºC y dura por siete o más horas.
Las partes del cuerpo que están desnudas pueden quedar sin
quemarse pero el resto del cuerpo queda completamente incinerado.
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