Monumento a Juana Azurduy inaugurado el 7 de Julio de 2015 por la Ex Presidenta Argentina Cristina Fernandez, emplazado a espaldas de la Casa de Gobierno. |
Juana Azurduy ¡La Amazona !
Nacía un día como hoy de
1870
El convento de Santa Teresa
la quiso monja, Juana indómita
decidió como los cóndores la libertad,
se elevo en busca del amor
y hallo amor, lucha y martirio en el clamor.
Su espíritu de amazona y revolucionaria
fue el paye en cuerpo y alma del general
Padilla,
descargo su furia en las batallas de Chuquisaca
Arequipa, Puno, Cuzco y la Paz siendo
para el invasor, laceración y pesadilla.
Blandió su sable libertador, y su corcel
fue rugido de yaguareté entre los invasores,
-de10 mil originarios fue su ejército glorioso-
fue estrepitoso el choque contra altivos
y soldados que vencieron a Napoleón.
Junto a su amor guerrero sin par
a fuerza de coraje, sangre y dolor
pararon al cruel invasor español,
ellos comandaron junto al pueblo
las guerrillas del norte sin compasión.
Con una lucha feroz y desigual, Juana, la
amazona
vio que la independencia le había quitado todo,
cuatro hijos, sus propiedades y animales,
no pudieron arrebatarle su dignidad
su inmortal coraje y briosa voluntad.
Corría la sangre libertadora durante 1816
su lucha esta hermanada con Guemes,
“el padre de los pobres”
Juana fue investida como Teniente Coronel
y Manuel Belgrano por su alucinante valentía
le entrega su sable, con gloria, como
correspondía.
Al amor de vida y lucha de Juana
se le acaba la suerte, y expira
como lo hacen los valientes,
y parte hacia la paz que no encontró
en su
tempestuosa vida terrenal.
Ya grande y cansada se retira
a su ciudad natal, Chuquisaca,
Bolívar la visita y la abraza profundamente
como quien abraza a un bronce viviente.
Una miseria descarnada
se apodera del resto de su vida,
todo lo prometido por sus servicios a la patria
le fue negado, fue cruelmente olvidada
por los pueblos de Argentina y Bolivia,
muere sola, muy anciana e indigente
su entierro costo un peso,
y a una
fosa comuna fueron a parar
sus egregios y atribulados huesos.
De nada sirven hoy homenajes y fanfarrias
un siglo después sus supuestos huesos rescatan,
hoy 153 años pasaron, blande su sable
y sigue siendo la amazona indomable.
Autor: Miguel Ángel
Figueiras Gimenez
“Poeta Embajador de Paz” Buenos Aires Argentina-2016-
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