La casa del horno. El lugar elegido para las reuniones fue
la casa de Francisca Bazán de Laguna, una conocida vendedora de empanadas. Era
una típica casa colonial del siglo XVIII, los ambientes de adelante se
alquilaban para negocios de venta de mercadería. Ya dentro de la casa, la
demolición de paredes permitió el uso de un salón de 15 metros por 5. Los
muebles fueron prestados por los conventos de Santo Domingo y San Francisco. La
casa fue comprada por el gobierno nacional en 1869 y se usó como oficina de
correos. En 1880 se decidió restaurarla, cosa que se concretó medio siglo
después.
Los mendocinos, primeros en llegar. Los diputados que representaron a
Mendoza fueron los primeros en llegar a Tucumán y se convirtieron en los
personajes fundamentales del Congreso al ser los intermediarios de las ideas
del gobernador intendente de Cuyo, José de San Martín, que se encontraba
abocado a la preparación del Ejército de los Andes
San Martín, enojado. La demora en la declaración
de la independencia impacientó al gobernador intendente de Cuyo, José de San
Martín. En una carta que le envió a Tomás Godoy Cruz decía: “Hasta cuándo esperamos declarar nuestra
independencia. ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda,
tener el pabellón y cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano
de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra
parte, ¿qué relaciones podremos emprender, cuando estamos a pupilo?”.
Independencia y moderación. El 9 de julio era martes y el sol
brillaba en Tucumán. La sesión comenzó a las dos de la tarde. Bajo la
presidencia del sanjuanino Narciso Laprida, el secretario, Juan José Paso,
preguntó a los congresales “si
querían que las Provincias de la
Unión fuesen una nación libre de los reyes de España y su
metrópoli”. La propuesta
fue aprobada por aclamación. El Acta de Independencia declaraba “solemnemente a la faz de la tierra, que
es voluntad unánime e indubitable de estas provincias romper los vínculos que
las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueran
despojadas e investirse del alto carácter de nación independiente del Rey
Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”.
También te lo digo en quechua. El acta que declaró la independencia de
nuestro país fue escrita en español y en quechua. Los historiadores dan cuenta
que la influencia del idioma de los pueblos originarios del Norte y del Alto
Perú tenían una fuerte presencia e influencia. El autor fue el congresal
José Mariano Serrano, de Chuquisaca. El primer párrafo comenzaba así: "Kay sumaq ancha kamayoq San Miguel Tukmanmanta hatun
llaqtapi, waranqa pusaq pachak chunka soqtayoq wataq qanchis killaq isqon
p`unchayninpi llaqtancheqrayku qhawanankupaq..."
Los piratas y la independencia. Las andanzas del franco argentino
Hipólito Bouchard permitieron que las Islas Hawai, una nación monárquica,
reconociera la independencia argentina en 1818, siendo el primer país en
hacerlo. Bouchard con la fragata "La Argentina " dio la vuelta al mundo y tras
conseguir el reconocimiento del rey hawaiano Kamehameha, atacó la costa
californiana del Virreinato de Nueva España (hoy México) y se apoderó de
Monterrey, donde ondeó la bandera argentina durante tres días. Portugal
reconoció nuestra independencia en 1821 y Estados Unidos en 1822. En 1823
Francia envió representantes a Buenos Aires para negociar el reconocimiento de
la independencia. En 1824 el Foreign Office comunicó a sus representantes en
Europa que había reconocido la independencia de Buenos Aires. España
recién nos reconoció como independientes en 1863. La primera independencia de
Latinoamérica fue la de Haití el 1º de enero de 1804.
Un congresal, una calle. La mayoría de los congresales eran
clérigos u hombres de leyes porque eran las profesiones típicas de las clases
sociales más altas. Los congresales cobraban un sueldo de $ 100 mensuales, y
para tener una idea real del monto, el personal de maestranza recibía $ 6 por
mes.
A
caballo, con la independencia a cuestas. El teniente Cayetano Grimau y Gálvez fue
el encargado de llevar la noticia de la independencia a Buenos Aires. Cabalgó
durante nueve días y llevó el Acta de Declaración de la Independencia dentro
de un cuero de cabrito cosido y lacrado. En Buenos Aires se realizó un
acto público en la actual Plaza de Mayo, el 13 de septiembre de 1816. La Plaza , el Cabildo y la Pirámide fueron adornados
con banderas y cintas. El resto del país recibió la noticia mediante
copias del Acta de la Independencia que se enviaron a través de
chasquis. El Congreso imprimió 3.000 ejemplares, de los cuales la mitad estaban
escritas en castellano, 1.000 en quechua y 500 en aymará.
San Martín de fiesta en el corral. Cuando llegó la noticia de la
Declaración de la
Independencia a Mendoza se organizó un gran festejo con una
corrida de toros en la que actuaron varios de los soldados destacados de San
Martín, quien se aficionó a los toros en España.
Ni para la foto. Sólo visitaron la Casa de la Independencia seis
presidentes democráticos en su ejercicio: Nicolás Avellaneda, Juan Domingo
Perón, Carlos Saúl Menem, Fernando De la
Rúa , Néstor Kirchner y Cristina Fernández otros lo hicieron
también, pero no durante su mandato.
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