En mi pueblo
natal El Triunfo, Lincoln, Provincia de Buenos Aires, recuerdo al querido Dr.
Jorge Alberto Musso, (fallecido en un accidente automovilístico) medico rural de un humilde
pueblo de la década del 50, sin luz eléctrica ni teléfonos y calles de tierra, las
familias pobres acudíamos a el, sus puertas siempre estaban abiertas de par en
par, en las emergencias era llamado a los ranchitos de barro y techos de chapa
para atender las dolencias de la familia, entregar remedios si los tenia, cuando se le preguntaba, ¿Cuánto es Dr.? –(el
sabia que esas familias no podían pagar)- decía…, “Si te sobra madame media
docena de huevos o un pollito”- el sabia que esos alimentos abundaban en
cualquier casa humilde del pueblo y del campo.
Se bondad fue tal que era presidente de casi todas las instituciones
del pueblo, si el estaba, funcionaba, en ellas militaba en casi todas al mismo
tiempo. Hoy la Sala
de Primeros auxilios ostenta su insigne nombre. ¡Gracias Dr. J. A. Musso por tanto
amor al prójimo!
El doctor
Maradona escribió: “Se dice que vivir en
austeridad, humilde y solidariamente es renunciar a uno mismo. En realidad, es
realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue
creado.”
Instituido por ley Nº 25448, el día elegido para esta
conmemoración es la fecha de nacimiento del doctor Esteban Laureano Maradona, “en recuerdo de su vida ejemplar, que se une
a la de todos los médicos rurales argentinos cuyas historias anónimas nos esconden sus nombres y sus desvelos” (en
palabras de adhesión del Senado de la
Nación ). Esteban Laureano Maradona nació el 4 de julio de
1895 en Esperanza, provincia de Santa Fe, de familia de próceres sanjuaninos.
En el año 1926 se graduó de médico en la Universidad de Buenos
Aires con diploma de honor. Médico rural, naturalista, escritor y filántropo,
autor de obras científicas sobre antropología, flora y fauna, vivió 50 años en
una remota localidad de la provincia de Formosa, renunciando a todo tipo de
honorario y premios.
Su vida, que él resumió como “un eterno aprendizaje”, fue
una continua superación de desafíos. De profunda vocación altruista, trabajó
siempre con una gran humildad por la calidad de vida de los pueblos indígenas y
los más necesitados, quienes lo rodearon de afecto y reconocimiento. “El médico
de los pobres”, como se lo llamaba popularmente, murió en la ciudad de Rosario,
Santa Fe, el 14 de enero de 1995,
a los 99 años de edad.
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