Ya esta instalada entre nosotros la “Nomofobia: esclavos del móvil” o del celu como lo bautizaron millones cariñosamente a su esclavista social, “El CELULAR”

Miedo a no estar conectado, angustia a dejarse el smartphone en casa o consultar los mensajes cada pocos segundos. El teléfono móvil es una herramienta que hoy no falta en la vida de nadie. Un aparato imprescindible que, en muchos casos, se convierte en un problema de salud grave que debe ser tratado.

Al producirse una esclavitud absoluta al celular, la adicción a veces es incontrolable.

Aseguran los psicólogos que los que sufren este problema son personas que no pueden apagar el móvil por las noches y que, por tanto, se ven interrumpidos durante sus horas de sueño. El insomnio es, por tanto, una de las consecuencias más frecuentes en los pacientes con nomofobia.

Lo primero que hacen los nomofóbicos al tener un móvil entre sus manos, después de un rato sin utilizarlo, es consultarlo inmediatamente.

Por un lado, se produce una dependencia absoluta de los demás, pues el celular es una manera de estar conectado. Es todo un problema de autoestima y de relación. De hecho, la inseguridad personal es el factor más común que causa nomofobia.

Comunicarse con los amigos es los primordial,
pero solo se saludan y hablan por celular, ¿extraño, no?

La idea de perfeccionismo es otra de las razones por las que aparecen estos casos, ya que en estas personas existe una necesidad de hacerlo todo sin ningún fallo.

Un enfermo declaro: “Mi vida circula alrededor de satisfacer al otro, así que, si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, me siento solo. Aparece el miedo a decepcionar a los demás”

Se han comprobado casos de ceguera por el uso
del celular en estas condiciones.

Recordemos que muchas persona en el mundo han sido atropelladas en la vía publica por causa del celular y muchas otras perdieron su empleo por mediarse tiempo completo a su celu, y también se tuvieron que tomar medidas en las escuelas, solo atendían al vibrador del movil.

TRATAMIENTO: Siempre es aconsejable, ante cualquier duda, consultar con una persona especializada en dependencias, adicciones y en el tratamiento de la seguridad personal o la autoestima.

El abuso del smartphone se produce muchas veces porque la persona se siente presionada en algunos aspectos de su vida y de los que debería liberarse.