Los artífices son cuatro hermanos unidos por el vino y
por un estilo de vida. Los Michelini -Gerardo (50), Gabriel (48),
Matías (46) y Juan Pablo (38)- han logrado que su apellido se transforme en una marca de
prestigio internacional, como resultado de su trabajo en
conjunto y del que cada uno lleva adelante por separado.
Están
acostumbrados a recibir premios, pero todos concuerdan en que el que
acaban de recibir es el más importante de todos. La red global Great Wine
Capitals, que cada año distingue lo más destacado del turismo
vitivinícola, le otorgó a la bodega familiar SuperUco, propiedad de los
Michelini, el máximo galardón de Oro Mundial 2021, en reconocimiento a sus prácticas sustentables.
Gerardo,
Matías y Juan Pablo elaboran vinos individualmente desde hace más de 15 años.
Pero, en paralelo a esos proyectos personales, en 2011 se lanzaron a la aventura de trabajar juntos en un
tipo de viticultura ecológica y natural. El cuarto
hermano, Gabriel, se sumó para ocuparse de la parte comercial y administrativa,
junto a un amigo y socio, Daniel Sammartino. Así, el
equipo plantó sus primeras vides en Los Chacayes, Valle de Uco, una
región al pie de Los Andes que pertenece al departamento mendocino de
Tunuyán.
“Empezamos
en familia con la ilusión de que si nuestros hijos iban a trabajar algún día en
la viña no estuvieran en contacto
con agroquímicos tóxicos. Así empezamos este camino de
hacer vinos orgánicos.
Después avanzamos hacia lo biodinámico, que es un tipo de agricultura más
sensitiva o espiritual”, le cuenta Matías a Clarín.
Él mismo
explica la diferencia: “La agricultura tradicional usa químicos en todos los
procesos: desde el viñedo hasta la bodega. La agricultura orgánica deja los químicos sintéticos y
usa los orgánicos, más amigables con el medio ambiente. La biodinámica va más
allá, se rige por un calendario agrícola-gastronómico en el que se tiene en cuenta cómo los
ciclos de los astros influyen sobre los procesos biológicos“.
Para
Gerardo, “ser sustentables es ser respetuosos”. “No solo con el medio ambiente
sino también con todas las personas involucradas en el proyecto. Si yo no tengo
un buen trato con los proveedores de uva, si no me preocupo por el bienestar de quienes trabajan con
nosotros, no me sirve tener un vino premiado“, afirma.
SuperUco
nació como una bodega boutique y apuestan a siga así: no les interesa convertir
lo suyo en un producto industrial, a gran escala. Con solo
La
elaboración del vino es artesanal y participa toda la familia. Durante la
vendimia se puede ver al clan Michelini completo en acción: abuelos, padres y nietos
colaboran en la cosecha manual de las uvas y el cuidado de
la huerta que forma parte del ecosistema que engloba la propuesta. “Hasta los
niños hacen compost para
abonar la tierra”, dice Matías.
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