Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo una
doncella se enamoró de un gladiador, que no pertenecía a su rango. Pero que aun así
contaba con un corazón grande y transparente. Y logró que sus palabras fueran
como hermosos detalles para los oídos de la doncella.
Aunque
ella estaba acostumbrada a las fiestas lujosas y despampanantes. Las solía
compartir con personas ricas de otros países y tierras, que siempre disputaban
su amor. Obsequiándoles sus castillos, fortunas, tierras y riquezas, todo lo
que la doncella ameritaba para enamorarse. Pero siempre obviando el gran
intelecto y corazón que ella tenía.
Solo
este gladiador pudo despertar su interés. Presentándole bellas palabras de amor
y sinceridad. El rey terminó enterándose de la situación; esto ocasionó que un
día el romántico gladiador desapareciera sin dejar rastro alguno.
La doncella como pudo logró descubrir donde
habían escondido a su caballero. Él se encontraba en uno de los calabozos
subterráneos del castillo. Y ella desconociendo la existencia de este lugar,
sobornó a unos guardias para poder ir a la media noche. Cuando todos estuvieran
durmiendo.
Siempre fue a la media noche cuando la doncella bajaba a las profundidades del castillo para tratar de ver a su encarcelado gladiador, porque ella sabía que él era el dueño de su corazón. Pero un día alguien le contó al rey lo que ella hacía. Y esto ocasionó que el gladiador perdiera su vida en el acto. El corazón de la princesa se dobló cuando se enteró de lo ocurrido. Ella estuvo llorando semanas y meses, donde solo demostraba su dolor.
Hasta que ella no pudo más y pidiendo
perdón a Dios se quitó la vida un año después. En el mismo día que mataron al
gladiador.
Sus
restos fueron enterrados cerca del balcón donde se hallaba su dormitorio. Y con
el tiempo creció una planta que colgaba hacia abajo. El rey había prohibido
cortar las plantas que nacieran en ese lugar, que consideraban sagrado y triste.
El rey siempre se culpada de lo que le había
pasado a su hija. Y continuó viviendo con dolor llorando en el lugar donde la
habían enterrado. Pero un día una flor extraña nació justo en el lugar donde la
habían sepultado. Esta planta florecía solo una vez al año durante la media
noche, y lo hacía en el aniversario de la muerte de ambos. Además, la flor
tenía un agradable aroma.
Por
orden del rey se mandó a nombrar a la flor dama de media noche. Y cuando esta
florecía su aroma invadía todo el palacio. Algunas personas aseguran haber
visto a rey hablando con dos personas en su habitación cuando se encontraba
solo.
Esta
leyenda se atribuye como el origen de la planta. Y en muchas partes del mundo
personas dicen haber visto el espíritu de la doncella cuando la flor florece a
media noche.
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