Los pastizales naturales se
encuentran seriamente amenazados a nivel mundial debido a su reemplazo por la actividad agrícola, forestal y
las urbanizaciones.
Debido
al alto valor de la tierra, y
por tratarse de suelos altamente
productivos, en nuestro país no existen áreas
naturales protegidas de importancia que conserven pastizales.
La mayor parte se encuentra en manos privadas y destinada a la producción
ganadera. La ganadería convencional
amenaza a los pastizales, por estar basada en un pastoreo continuo que afecta negativamente a la biodiversidad a
través de la homogeneización y el empobrecimiento de la matriz vegetal original.
Contrariamente, el manejo controlado por ambientes y el pastoreo rotativo mantienen
la heterogeneidad de los pastizales y su biodiversidad.
Para
promover estas formas de producción surgió la Alianza del
Pastizal (AdP), una iniciativa que propone la conservación de la biodiversidad de los pastizales naturales por medio
de una ganadería apoyada en el pastoreo rotativo y controlado por ambientes.
Actualmente,
la mayor parte de las especies de aves
amenazadas de extinción de nuestro país dependen de pastizales sanos,
y la AdP – conducida por Aves Argentinas –
pretende brindar una alternativa a las áreas
naturales protegidas en pos de la conservación de los
pastizales naturales.
Como
toda forma de producción, la ganadería contribuye al calentamiento
global. Pero hay que hacer un esfuerzo por diferenciar a la ganadería sobre pastizales de otras formas de
producción vacuna, dado que una mejor gestión y manejo de las
tierras de pastoreo representa un promisorio potencial de mitigación en la emisión de Gases de Efecto Invernadero.
Desde
un punto de vista funcional, no hay nada mejor para
secuestrar Carbono (C) de la atmósfera que los bosques nativos. Pero
en segundo lugar están los pastizales naturales, ambientes que en Argentina
pueden ser manejados eficientemente.
Medidas como un ajuste permanente de la carga, la siembra de especies tropicales
con raíces profundas y un adecuado manejo del fuego y del excedente de agua pueden
contribuir sensiblemente al aumento en el secuestro de C.
Uno
de los beneficios más destacables de la carne vacuna producida en pastizales
naturales, en relación a otras opciones de producción, se vincula con la salud humana: la casi nula carga de bacterias coliformes, los altos tenores de ácidos grasos
omega 3 y omega 6 y una menor cantidad de grasa en general le
confieren características organolépticas muy favorables.
Pero,
además, los animales que pastan sobre praderas
naturales durante la mayor parte de su vida están sometidos a niveles muy bajos
de estrés, lo que repercute en la calidad de la carne y contribuye al bienestar
animal.
Dicho de otra forma, y de acuerdo
a las recomendaciones a nivel mundial, en un país como el nuestro debería
reducirse el consumo de carnes rojas, pero es
aconsejable que la poca carne que se consuma provenga de los pastizales
naturales.
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