La sociedad PEBA, dirigida por Alain
Saint-Dizier y Gilles Grandperret, ha marcado un hito en la conservación
ambiental con la instalación de un prototipo de hidrolimpiadora fluvial en
Dogneville, Vosges. Este avance representa un esfuerzo significativo en la
lucha contra la dependencia de los combustibles fósiles, proponiendo soluciones
renovables y sostenibles.
Innovación Fluvial para un Futuro Sostenible
La hidrolimpiadora fluvial de PEBA no solo es una
fuente de energía renovable, sino también un sistema innovador de mejora
ambiental. Capaz de inyectar oxígeno en el agua y filtrar desechos plásticos,
este dispositivo combina generación de energía con un impacto ecológico
positivo. Su instalación, que requiere solamente tres horas y una grúa,
demuestra su practicidad y eficiencia.
Capacidad
y Rendimiento
Con dimensiones de 12 metros de largo por 4 de ancho,
la hydrolienne puede generar entre 75 a 250 kW por hora, dependiendo de la
corriente. Esta capacidad es suficiente para abastecer la demanda energética de
10 a 20 hogares diariamente. A pesar de estar aún en fase de prototipo, su
desarrollo continúa, inspirándose en tecnologías como las eólicas y
mareomotrices.
Además de su producción
energética, esta central hidroeléctrica fluvial desempeña un rol crucial en la
protección de ecosistemas acuáticos, mejorando la calidad del agua y
preservando la biodiversidad local. El diseño de la hydrolienne permite liberar
oxígeno en el agua, beneficiando a la flora y fauna del área.
Apoyo y
Financiación:
El proyecto ha recibido un apoyo considerable de la
asociación Vosj’innove y de la comunidad de Épinal. La inversión en
investigación y desarrollo, así como el financiamiento por parte de diversas
entidades, reflejan la confianza en el potencial de esta innovación para
revolucionar la producción de energía renovable y el cuidado del medio
ambiente.
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