Fuente,
INTRAMED: La vitamina D se asocia con la estimulación de la inmunidad innata y
de la producción de proteínas antimicrobianas en los macrófagos, como la
catelicidina.
En los seres humanos, la vitamina D puede obtenerse de la
dieta o mediante la biosíntesis posterior a la exposición solar.
El hallazgo de una importante proporción de individuos con deficiencia o insuficiencia de vitamina D en la población, así como el descubrimiento de la presencia de receptores de esta molécula (VDR) en casi todos los tejidos, ha motivado un mayor interés en este esteroide y sus mecanismos de acción. Además de sus efectos sobre el esqueleto, se ha descrito que la vitamina D presenta acciones sobre la función inmunitaria y la protección contra la enfermedad cardiovascular, el cáncer, las infecciones y ciertas afecciones autoinmunitarias.
Las determinaciones de vitamina D se realizan mediante la medición de los niveles de 25-(OH)-vitamina D. De acuerdo con los resultados de estudios poblacionales, un porcentaje relevante de lactantes, niños y embarazadas presentan insuficiencia o deficiencia de esta sustancia. Si bien se han propuesto distintos valores umbrales en diferentes ensayos, se considera de modo tradicional que una concentración de 25-(OH)-vitamina D < 10 ng/ml permite establecer el diagnóstico de deficiencia. Por otra parte, las concentraciones pueden variar en función de la estación del año y la latitud.
Aun cuando el equilibrio del metabolismo mineral se regula por medio del eje calcio-vitamina D-hormona paratiroidea (PTH), los efectos no esqueléticos de la vitamina D no parecen controlados por este sistema y son independientes de los niveles de PTH, calcio y fósforo.
La vitamina D como inmunomodulador
La 1,25-(OH)2-vitamina D es la forma activa de la molécula, la cual se une
con el VDR para formar un complejo que se trasloca a un sitio intranuclear. Los
VDR se han descrito en más de 30 tejidos diferentes, incluyendo el corazón, el
intestino, el hígado, los riñones, los pulmones y distintas células del sistema
inmunitario (timo, linfocitos T y B de la médula ósea). La interacción de la
1,25-(OH)2-vitamina D con el VDR desencadena la formación de
heterodímeros con el receptor RXR de retinoides, que se unen con el ADN para
dar lugar a la regulación de la transcripción de más de 200 proteínas
involucradas no sólo en el metabolismo del calcio, sino también en la
proliferación y diferenciación celular y en la función inmunitaria.
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