Padres
Fue el segundo de los cinco hijos del cantero florentino Ludovico di Leonardo Buonarroti di Simoni y de Francesca di Neri del Miniato di Siena. La madre de Miguel Ángel murió cuando él tenía seis años.
Siendo niño fue aprendiz de Domenico Ghirlandaio, un pintor florentino. Después de un año, fue trasladado al taller de Bertoldo di Giovanni, donde aprendió escultura. Con trece años, Miguel Ángel fue invitado a vivir y estudiar en el palacio de los Medici, donde permaneció durante cuatro años.
Se sintió atraído por la escultura en el jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia para estudiar las estatuas antiguas de la colección de los Medici.
Conoció a los Medici más jóvenes, dos de los cuales llegaron a ser papas (León X y Clemente VII); y también a humanistas como Marsilio Ficino y a poetas como Angelo Poliziano.
Escultor
Con dieciséis años Miguel
Ángel ya había realizado al menos dos
esculturas en relieve, el Combate de los lapitas y los centauros y
la Virgen de la Escalera (ambas fechadas en 1489-1492, Casa
Buonarroti, Florencia). Esculturas
Su mecenas, Lorenzo el
Magnífico, murió en 1492; dos años después abandonó Florencia.
Durante una temporada se estableció en Bolonia y esculpió
entre 1494 y 1495, tres estatuas de mármol para el Arca de Santo
Domingo en la iglesia del mismo nombre. Después, viajó a Roma,
donde estudió las ruinas y estatuas de la antigüedad clásica que por entonces
se estaban descubriendo.
La Piedad
Realizó su primera
escultura a gran escala, el monumental Baco (1496-1498, Museo
del Barguello, Florencia). En esa misma época esculpió también la Pietà (1498-1500)
para San Pedro del Vaticano, que aún se conserva en su
emplazamiento original y es la única obra en la que aparece su firma.
El David
Su estilo de juventud viene marcado por la gigantesca (4,34 metros)
escultura en mármol del David (Academia, Florencia), realizada
entre 1501 y 1504, tras su regreso a Florencia. Fue un encargo de Piero
Soderini y la realizó en un bloque descartado por sus imperfecciones
manteniendo oculta la escultura de 6 metros mientras la realizaba.
De carácter huraño y desconfiado, él mismo
seleccionaba el mármol, lo transportaba y lo trabajaba para asegurarse de que
era la pieza correcta.
Pintura
Paralelamente a su trabajo como escultor, Miguel Ángel tuvo la
oportunidad de demostrar su pericia como pintor al encomendársele
un fresco para el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio,
la Batalla de Cascina, frente a otro encargado a Leonardo da
Vinci sobre la Batalla de Anghiari. Ninguno de los dos
artistas llevó a cabo su cometido solo se realizó un dibujo preparatorio sobre
cartón a escala natural.
Capilla Sixtina
En 1505 interrumpió su trabajo en Florencia al ser llamado a Roma por el
papa Julio II para
realizar dos encargos. El más importante de ellos fue la decoración al fresco
de la bóveda de la Capilla Sixtina, que le tuvo ocupado entre 1508 y 1512,
veinticuatro años antes de comenzar, en 1536, el Juicio Final.
Pintando en una posición forzada, acostado de
espaldas al suelo sobre un elevado andamiaje, plasmó algunas de las más
exquisitas imágenes de toda la historia del arte. Sobre la bóveda de la capilla
desarrolló nueve escenas del Libro del Génesis, comenzando por la Separación
de la luz y las tinieblas y prosiguiendo con Creación del Sol
y la Luna, Creación de los árboles y de las plantas, la Creación
de Adán, Creación de Eva, El pecado original, El
sacrificio de Noé, El Diluvio Universal y por último La
embriaguez de Noé.
Enmarcando estas escenas principales que recorren longitudinalmente todo el cuerpo central de la bóveda, se alternan imágenes de profetas y sibilas sobre tronos de mármol, junto con otros temas del Antiguo Testamento y los antepasados de Cristo.
Arquitectura
Como arquitecto no comenzó hasta 1519, cuando
diseñó la fachada (no realizada) de la Iglesia de San Lorenzo en Florencia,
ciudad a la que había regresado tras su estancia en Roma. Durante la década de
1520 diseñó también la Biblioteca Laurenciana, anexa a la citada iglesia, aunque los trabajos
no finalizaron hasta varias décadas después.
«Si supieras
cuánto trabajo se necesita, no lo llamarías genio».
Miguel Ángel
También emprendió —entre 1519 y 1534— el
encargo de hacer las tumbas de los Medici en la Sacristía Nueva de San Lorenzo.
Fresco del Juicio Final
Miguel Ángel comenzó a trabajar en 1536 en el fresco del Juicio Final para decorar la pared situada tras el altar
de la Capilla Sixtina, dando por concluidos los trabajos en 1541.
En 1538-1539 se iniciaron las obras de
remodelación de los edificios en torno a la Plaza del Capitolio (Campidoglio).
El proyecto de ordenación de la plaza diseñado por Miguel Ángel no se llevó a
cabo hasta finales de la década de 1550 y no se remató hasta el siglo XVII.
Su obra cumbre como arquitecto fue la Basílica de San Pedro. La dirección de las obras, iniciadas por Donato Bramante y continuadas, entre otros, por Antonio da Sangallo y Rafael, le fueron encomendadas por el Papa en 1546.
Siguiendo el esquema de Bramante, diseñó un templo
de planta de cruz griega coronado por una espaciosa y monumental cúpula sobre
pechinas de 42 metros de diámetro. Posteriormente, Carlo Maderno modificó la planta original y la transformó
en una planta de cruz latina.
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