NO es cierto que la inteligencia se herede de la
madre, no hay bases científicas que lo avalen. Seguro que en alguna ocasión se han hecho
estas preguntas: ¿qué se hereda del padre? ¿y de la madre? o ¿por qué tengo este color de pelo o esta estatura?
¿Cómo se transmiten los caracteres a la
descendencia?
Que los descendientes se parezcan a sus
progenitores es un hecho común a seres humanos, animales y plantas.
Pero ¿en qué momento comenzó a estudiar
la ciencia la transmisión de caracteres?
Tenemos que remontarnos al siglo XIX,
cuando Gregor Mendel, un monje austriaco considerado el padre de la
genética, llevó a cabo sus famosas investigaciones con plantas de guisante.
Los experimentos de Mendel
Mendel realizó distintos experimentos
con las plantas del guisante, a partir de los cuales estableció las 3 leyes
básicas de la herencia. Los experimentos se centraron en varios rasgos o
características de las plantas, principalmente en el color y la rugosidad de la
semilla.
Mendel cruzó guisantes puros
amarillos con guisantes puros verdes y obtuvo guisantes 100%
amarillos, a partir de lo que formuló la primera ley, conocida como principio
de la uniformidad.
Estos guisantes amarillos
resultantes los cruzó entre sí, y obtuvo un 25% de guisantes verdes, a
partir de lo que formuló la segunda ley, conocida como principio de la
segregación.
Mendel también cruzó guisantes
amarillos lisos con guisantes verdes rugosos. Los guisantes resultantes,
amarillos y lisos al 100%, los cruzó entre ellos, y obtuvo un 57% de guisantes
amarillos y lisos, un 19% amarillos y rugosos, un 18% verdes y lisos y un 6%
verdes y rugosos. Esto le llevó a observar que los distintos caracteres se
heredaban independientemente, es decir, no interferían entre sí. A partir de
esta deducción formuló la tercera de sus leyes, conocida como principio de la
transmisión independiente.
Cómo funciona la transmisión de
caracteres en los seres humanos
A partir de lo que acabamos de exponer, es posible que hayas deducido que el aspecto o fenotipo de nuestros hijos dependerá de si los alelos que heredan de nosotros son dominantes o recesivos. Sin embargo, en los seres humanos, la transmisión de caracteres no es tan sencilla.Los caracteres que estudió Mendel se asociaban a un único gen, es decir, eran monogénicos.
Esta
aportación fue esencial y por ello, hoy en día, las
enfermedades debidas a la alteración de un único gen se conocen como
enfermedades mendelianas. Además, la cosa se complica un poco
más si el gen afectado se sitúa en un cromosoma sexual, ya que el modo en que
afecta la enfermedad será diferente dependiendo del género. Si quieres
profundizar acerca de la herencia genética y los posibles patrones
hereditarios, te recomendamos que accedas a nuestro ebook La prevención en
la salud de tu hijo a través de la genética.
Sin embargo, la mayoría de las enfermedades, así como rasgos genéticos entre los que
encontramos el color del pelo, los ojos, o la altura, se deben a múltiples
genes. Es decir, sus fenotipos están influenciados por múltiples alelos cuya
aportación individual es esencial. Además, cabe destacar
que, aunque podamos tener una predisposición genética a, por ejemplo, ser
altos, no todo está determinado por nuestra
información genética, sino que existen otros factores que
también influirán en nuestro aspecto. Es decir, aunque sabemos que la estatura
tiene un importante componente genético, no podemos dejar a un lado que la
alimentación y el estilo de vida también tendrán un papel fundamental en este
carácter.
Por este motivo es difícil responder a la pregunta ¿qué
heredamos del padre y qué de la madre? No obstante, hay una característica
individual fundamental que se transmite por vía paterna: nuestro sexo biológico.
Como sabrás de anteriores artículos el ser humano presenta en
sus células 23 pares de cromosomas, 23 heredados del padre y 23 de la madre.
Los cromosomas 1 al 22 son iguales en hombres y mujeres y se conocen como
autosomas, el último par de cromosomas, el 23 representa los 2 cromosomas
sexuales, que serán XX en mujeres o XY en hombres. Durante la fecundación el
óvulo en las mujeres siempre aporta un cromosoma X, mientras que el
espermatozoide podrá aportar un cromosoma X o un cromosoma Y, por lo que es la
información genética paterna la que determinará el sexo biológico.
Otros caracteres que se heredan
del padre y de la madre
Como ven, la herencia genética determina muchos de los rasgos
que se heredan del padre y de la madre y que se transmiten a los hijos.
Aunque en este artículo nos hemos centrado en caracteres físicos
como el color de ojos o la atura, la herencia genética también influye sobre
hábitos, características de la personalidad y, por supuesto,
enfermedades.
Por suerte, en la actualidad podemos predecir la aparición de
muchas de ellas, gracias a pruebas como myGenome.
Este test te permite conocer tu riesgo a padecer enfermedades
hereditarias o que puedes transmitir a tus hijos, y además te aporta
información sobre multitud de rasgos genéticos como, por ejemplo, si tienes o
no predisposición a comer entre horas. Gracias a esta prueba puedes anticiparte
a la aparición de patologías y adaptar tus hábitos y dieta para gozar de una
vida más saludable.
Además, si acabas de tener un bebé, es posible que te interese
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prueba genética de cribado neonatal que detecta más de 390 enfermedades que
pueden aparecer en la infancia. La detección precoz hace posible adelantarse a
la aparición de los síntomas y hacer un manejo más eficaz y personalizado de la
patología. Gracias a los avances genéticos, hoy en día podemos acceder a una
información de gran valor que nos permite cuidar nuestra salud y mejorar
nuestra calidad de vida. Si tienes cualquier duda ponte en contacto con
Veritas y estaremos encantados de resolverlas.
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