Dar los cuidados adecuados a nuestro cerebro,
además de garantizar su buen funcionamiento, nos ayudará a tener en forma la
memoria e incluso a prevenir o retrasar posibles procesos degenerativos como el alzheimer.
Aquí tienes algunos alimentos imprescindibles para dar de comer al cerebro y
garantizar una memoria de elefante.
Verdura verde
Las coles de
Bruselas, el brócoli o las espinacas contienen vitamina A,
vitaminas del grupo B y antioxidantes que ayudan al buen funcionamiento de la memoria y
aumentan su longevidad. Entre sus antioxidantes encontramos flavonoides y
sulforafanos que tienen propiedades neuroprotectoras y anticancerígenas.
Las
verduras, en general, deben estar presentes al menos en dos raciones al día,
alternando entre todas sus variedades aunque puede darse más importancia a las
citadas. Para aprovechar todos sus nutrientes, se recomienda consumirlas al
vapor o incluso crudas.
El pescado es
fuente de fósforo, que forma parte indispensable de las membranas de las
neuronas. Por ello, su consumo es importante para garantizar el aporte
adecuado. También destacamos en el pescado azul el omega 3, que tiene
un papel protector frente a la progresión del deterioro cognitivo, por lo que
actúa contra las patologías neurodegenerativas.
Está demostrado que el
consumo de pescado influye en aspectos como la memoria, el aprendizaje y la inteligencia.
El consumo de pescado debe ser superior al consumo de carne y debemos incluir
el pescado azul (atún, salmón, trucha, caballa…) al menos dos veces por semana
en nuestra dieta.
Frutos secos
Además de que son gran
fuente de omega 3, del que ya hemos hablado, aportan fósforo,
magnesio, vitamina E y vitaminas del grupo B, aliados de la
salud cerebrovascular de forma que mantienen un correcto aporte sanguíneo en
nuestro cerebro.
Los frutos secos son
ricos en antioxidantes como los polifenoles, que retrasan el envejecimiento de
nuestras neuronas al actuar contra los radicales libres que provocan estrés
oxidativo. Destacan las nueces y se recomienda un consumo moderado de frutos
secos por su aporte calórico. Un puñadito al día sería lo aconsejado.
Fruta
Dentro de este grupo
destacamos los frutos rojos, sobre todo los arándanos,
y la manzana. Los frutos rojos son fuente de vitamina C, ácido fólico,
minerales y antioxidantes que son buenos compañeros para mantener una memoria
sana. Los flavonoides y los polifenoles son potentes antioxidantes que
mejoran las funciones cognitivas y luchan contra la
oxidación celular. Tienen efecto antiinflamatorio y retrasan las enfermedades degenerativas.
La manzana posee
quercetina, un antioxidante indiscutible en favor de la protección del cerebro.
El consumo de fruta debe ser como mínimo de 3 piezas al día, tomadas
como postre o como tentempiés.
Integrales
El ácido fólico y la
vitamina B6 que contienen los alimentos
integrales ayudan a mantener en forma el cerebro. Gracias
al aporte de fibra, se controla el nivel de azúcar y colesterol en sangre, que
son parámetros de la salud cerebral.
Mejoran la concentración
y el rendimiento en etapas de esfuerzo mental y combaten el estrés.
Se aconseja que la alimentación esté basada en alimentos integrales en
detrimento de los refinados. Deben suponer alrededor del 50% de nuestra dieta.
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