Añadir una ración de pan con cada comida es una buena forma
de cubrir las recomendaciones diarias en la dieta de hidratos de carbono. No
creas los falsos mitos. Redescubre este alimento y disfrútalo.
El pan nos ha acompañado
desde los inicios de nuestra historia, y pese a ser uno de los protagonistas de
la dieta mediterránea ha sufrido varios
golpes irreparables en su imagen.
La causa principal han
sido los métodos de adelgazamiento “milagrosos” que
lo consideran como uno de los principales responsables de que no podamos lucir
una silueta delgada. Pero, a pesar de lo que han manifestado sus detractores,
el pan es un producto natural, que gracias a sus componentes: hidratos de
carbono, vitaminas, fibra y minerales, nos aporta energía y contribuye a
equilibrar la dieta diaria cuando su consumo es el apropiado. Para conocer
mejor el pan, veamos cuáles son los principales falsos mitos que se han
difundido sobre este alimento:
"Lo primero que debes eliminar de una dieta
es el pan" - Falso
Seguro que en
más de una ocasión has escuchado esta frase, o incluso puede que tú mismo la
hayas pronunciado. Debes saber que se trata de un alimento que apenas contiene
grasa y que no engorda por sí mismo tanto como se piensa. Para demostrarlo, el
doctor Félix Gómez-Guillamón Arrabal, médico especialista en Medicina Interna y
experto en Nutrición del USP del Hospital de Marbella, trabajó en el estudio
“Adelgace comiendo pan” y comprobó que una persona sana, no obesa, si hace algo
de ejercicio, puede consumir hasta
Algo en lo que coinciden
la Dra. Inmaculada Bautista Castaño y el Dr. Lluis Serra Majem, miembros del
Grupo de Investigación en Nutrición de la Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria. En el estudio que hicieron conjuntamente -“Influencia del consumo de
pan en el estado ponderal: revisión sistemática”- concluyeron que no hay una
base científica que sustente que el pan tiene una acción directa en el
sobrepeso o en la obesidad; por ello,
no se debe ni reducir ni excluir de la dieta normal. Realmente, el verdadero
aporte calórico está en lo que acompaña a ese pan: salsas, embutido, queso, chocolate, paté,
mermeladas, etcétera, productos que por lo general son calóricos y de los que
se abusa.
Otro
sinsentido, ya que los ingredientes que se utilizan para la elaboración de la
corteza y de la miga son los mismos; la única diferencia es que durante el
proceso de tostado la corteza se deshidrata al eliminarse el agua de su
composición. De hecho, aunque resulte sorprendente, en igualdad de peso entre
miga y corteza, es la corteza la que tiene más calorías, ya que la miga
presenta un mayor índice de contenido en agua, aseguran desde la iniciativa Pan
Cada Día.
"Los biscotes engordan menos que el pan
normal" - Falso
Que los
dietistas y endocrinos los recomienden al pautar una dieta o menú no quiere
decir que deban sustituir al pan tradicional. De hecho, a muchos de estos
productos se les añaden grasas, azúcares u otros ingredientes para mejorar su
sabor, lo que hace que a igualdad de peso, el biscote concentre más calorías
que el pan de barra. Ni por el hecho de que estén tostados, ni por ser más
ligeros, nos conducirán a engordar menos. Simplemente, y debido a sus medidas
estándar y a su mismo peso, son más fáciles de cuantificar si se quiere llevar
un control sobre su consumo. Al mismo tiempo, su propiedad de tostado no hace
fácil el “mojar” por lo que no sumaremos calorías con las tentadoras salsas.
"El pan integral tiene menos calorías" - Falso
La diferencia
principal entre el pan integral y el refinado es la cantidad de fibra que
contiene cada una de estas variedades, ya que aportan las mismas calorías. El
superior contenido en fibra del pan integral y su bajo índice glucémico ayudan
a que se consiga sensación de saciedad comiendo menos pan, y a que se retrase
la aparición de la sensación de hambre, lo que implica un menor aporte calórico.
"Los bocadillos no pueden incluirse dentro de
una dieta sana" - Falso
El bocata, además de ser un alimento
interesante desde el punto de vista nutricional, es económico, su preparación
es sencilla, y permite multitud de combinaciones. Es importante insistir en que
lo que aporta más cantidad de calorías no es el pan, sino los ingredientes que
escogemos para rellenarlo, por lo que deberás elaborar tus bocadillos con verduras, fiambres y quesos bajos en grasas, o carnes magras. “El
bocadillo puede ser una buena alternativa a media mañana, en una comida
improvisada o en la merienda. Lo importante es guardar unas proporciones en
cuanto a su tamaño e ingredientes para que resulte un alimento ligero y
completo”, explica la dietista-nutricionista Aída Fernández Escobedo.
En
resumen, y de acuerdo a la opinión de innumerables expertos en nutrición, en
las dietas se debe incluir el pan a diario. Las recomendaciones generales
aconsejan consumir entre 30 y
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