SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 28 de septiembre de 2024

EL FUTURO ESTA AQUÍ: La primera granja vertical de interior del mundo producirá 1,8 millones de kg de frutillas al año.

 

Se han dado pasos significativos hacia una producción de alimentos más sostenible, accesible y libre de desafíos ambientales, con la apertura de la «primera granja del mundo que cultivará fresas verticalmente a gran escala en interiores» en Richmond, Virginia. Este innovador proyecto está respaldado por un equipo internacional de científicos que ven en esta nueva fase de la agricultura una solución para aliviar la creciente demanda mundial de alimentos.



Un avance en la producción agrícola sostenible

La granja Plenty Richmond está diseñada para producir más de 1,8 millones de kg de fresas al año, cultivadas en torres verticales de 9 metros de altura, ocupando menos de 3.700 metros cuadrados (aproximadamente una hectárea). Esta cantidad de espacio es una fracción de lo que tradicionalmente se necesita para la producción de fresas, que además depende de factores estacionales y ambientales que limitan los rendimientos.

Según la empresa, las fresas provendrán de Driscoll’s, una empresa global reconocida, y se espera que estén disponibles en los supermercados a principios de 2025.

El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, declaró: “La granja de Plenty impulsará la producción agrícola local y fomentará el desarrollo económico, mientras diversifica los riesgos y protege el medio ambiente. Estamos entusiasmados por apoyar sus enfoques innovadores que revolucionarán la industria”.



La expansión de la agricultura vertical

Hasta la fecha, la agricultura vertical comercial basada en plantas se ha centrado principalmente en la producción de cultivos de hojas, como la lechuga. Sin embargo, este avance tecnológico ha ampliado el rango de lo que se puede cultivar en estructuras verticales. En la granja de Plenty, las fresas se cultivan en condiciones controladas de temperatura, luz y humedad, distribuidas en 12 habitaciones dedicadas al crecimiento. Este entorno también permite una polinización más eficiente que la realizada por abejas, lo que contribuye a una mayor uniformidad de los frutos y a la reducción del desperdicio.

Según Arama Kukutai, CEO de Plenty, “esta granja es un modelo del impacto positivo que puede tener la agricultura independiente del clima, y una prueba de que la agricultura vertical puede ofrecer la diversidad de cultivos, la producción local y a gran escala que necesitamos para proteger el sistema alimentario global en el futuro”.

Kukutai explicó que esta granja es el resultado de 200 ensayos de investigación realizados en los últimos seis años, para perfeccionar el cultivo de fresas con un sabor constante de temporada alta, disponible durante todo el año.

Innovación y sostenibilidad en la producción de fresas

Una característica destacada de la granja es que utiliza 97% menos tierra y hasta 90% menos agua que la agricultura convencional, eliminando el uso de pesticidas. Además, el ambiente controlado y la cadena de suministro más corta reducirán el riesgo de patógenos en los cultivos, lo que mejora tanto la seguridad alimentaria como la sostenibilidad.

Paul Gauthier, profesor de cultivos protegidos en la Universidad de Queensland, explicó que las granjas verticales, aunque ofrecen rendimientos consistentes y de alta calidad, requieren un alto consumo de energía para la iluminación y el flujo de aire. Sin embargo, sugirió que ajustar los ciclos de luz y sensores para alinearlos con los ciclos de fotosíntesis podría reducir significativamente los costos energéticos sin sacrificar la productividad.

Gauthier destacó que, al modificar el entorno de cultivo, logró triplicar el rendimiento de las fresas en sus experimentos, pasando de 2 kg a 6 kg por planta, lo que demuestra el enorme potencial de la agricultura controlada.

El futuro de la agricultura y la seguridad alimentaria

La apertura de esta granja vertical marca un punto culminante en años de investigación científica. Entre los colaboradores se encuentran instituciones de renombre como la Universidad de Queensland, la Universidad de Macquarie, la Universidad de Wageningen, la Universidad de Florida, la Universidad del País Vasco, el Centro de Excelencia en Ciencias Moleculares de Plantas del CAS y el Instituto de Fisiología y Ecología de Plantas de Shanghái.

La agricultura vertical promete ser una herramienta crucial para enfrentar los desafíos globales de producción de alimentos. Con la población mundial proyectada a aumentar en las próximas décadas, se estima que la producción agrícola deberá aumentar en un 70% para 2050. Esta tecnología puede ser clave para lograr este objetivo, al maximizar el uso eficiente de recursos como el agua y la tierra, y al mismo tiempo minimizar el impacto ambiental.

El modelo de Plenty Richmond es un ejemplo de cómo la tecnología y la ciencia están transformando la agricultura hacia un futuro más sostenible, en el que la producción local y a gran escala sea una realidad, sin comprometer la calidad ni el medio ambiente. Este enfoque holístico podría marcar un antes y un después en la forma en que los alimentos se producen, distribuyen y consumen a nivel mundial.

 

 

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