Una innovación argentina que ya se exporta a más de
50 países tendrá su propio Congreso Internacional en Balcarce. Lo
que comenzó como una solución a la falta de capacidad en acopios y puertos se
convirtió en un cambio de paradigma en la poscosecha de granos. El silobolsa, una tecnología desarrollada en Argentina, hoy permite
almacenar más del 40 % de la producción nacional -entre 50 y 55 millones de
toneladas al año- y se exporta a más de 50 países.
Del 15 al 17 de octubre se realizará en Balcarce (Buenos Aires)
el Segundo Congreso Internacional de Silobolsa, donde especialistas del INTA y referentes de la
agroindustria debatirán sobre los desafíos y oportunidades de este sistema que
transformó la logística agrícola.
Fabricado en polietileno y con
capacidad para guardar hasta 200 toneladas de trigo por unidad, el silobolsa
marcó un antes y un después en la forma de almacenar granos. "Es
un caso de innovación disruptiva, nacido en los campos argentinos y con un
enorme impacto a nivel global, especialmente en países con déficit de
infraestructura de almacenamiento", explicó Ricardo Bartosik, investigador
del INTA Balcarce.
El especialista destacó el rol del organismo en el desarrollo de
la tecnología: "El INTA fue un actor clave en todo el proceso, sentando
las bases para su implementación. Hoy el desafío es sumar sensores,
inteligencia artificial y monitoreo remoto que permitan anticipar problemas y
garantizar trazabilidad. El silobolsa no es solo una bolsa: es un sistema proyectado
hacia la agricultura digital".
El sistema ofrece flexibilidad
y eficiencia: permite segregar granos y mantener su identidad varietal, reduce
costos logísticos y genera capacidad de almacenamiento en el propio campo. Su
hermeticidad restringe el intercambio de gases y favorece condiciones que
preservan la calidad de los granos. Ensayos con maíz, soja, trigo y girasol
confirmaron que, en productos secos, no se registran pérdidas de calidad
durante al menos un año, incluso en condiciones climáticas adversas.
Sin embargo, Bartosik
advirtió que la humedad sigue siendo el principal enemigo de la conservación y
que el material, aunque flexible y hermético, es frágil, por lo que requiere
monitoreo constante.
A lo largo de dos décadas,
el silobolsa dio origen a un clúster nacional de empresas dedicadas al
desarrollo de maquinaria, insumos, sistemas de sellado y tecnologías de
monitoreo. Este entramado consolidó un ecosistema de innovación que
hoy respalda la competitividad de la agroindustria argentina y refuerza su
proyección internacional.
Congreso Internacional
El Segundo Congreso Internacional de
Silobolsa se realizará bajo el lema "Expandiendo Horizontes: El Futuro del
Silobolsa en la Agricultura Global". El evento incluirá
conferencias, rondas de negocios y un día de campo, y contará con especialistas
nacionales e internacionales que abordarán temas como: uso del
silobolsa en diferentes países, innovaciones en maquinaria y
equipamiento, logística, trazabilidad e identidad preservada, control
de insectos, hongos y micotoxinas, monitoreo y buenas prácticas, y
reciclado de plásticos.
De esta forma, la tecnología que nació como
una respuesta coyuntural en el agro argentino se consolida como una herramienta
estratégica para enfrentar los nuevos desafíos de la agricultura global.
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