La apicultura en Tandil tiene
más de un siglo de historia, combinando tradición con avances tecnológicos
gracias al desarrollo industrial local. La productora Micaela Christensen
resaltó la importancia de las buenas prácticas y los esfuerzos para agregar
valor a la miel. También destacó la creación del sello de garantía "Miel
de Tandil" para certificar calidad y origen, protegiendo a los productores
frente a casos de competencia desleal, como el reciente retiro de una miel
falsificada detectada por la ANMAT.
Exportan mucho su producción y avanzan en términos tecnológicos
mientras también monitorean lo que es la actividad paralela, irregular de la
producción de miel y acompañan los pasos que viene dando el gobierno en esta
gestión y en este verano respecto a la inocuidad que monitorea y sigue
protegiendo.
Micaela Christensen habló acerca de realidad apícola en Tandil y
contó que esta producción en el partido de Tandil y la zona de influencia tiene
una historia de 100 años aproximadamente. "Casi como los pioneros
productores en la zona se dedicaron a la agricultura y a la ganadería, también
estaban las colmenitas que inicialmente la producción era para autoconsumo y
después empezó a tomar un mayor auge", explicó la productora y
contó que tienen autoría de ciertas innovaciones tecnológicas y de manejo, ya
que la ciudad de Tandil la industria metalúrgica tuvo un gran desarrollo, lo
que permitía que ciertas automatizaciones se pudieran llevar a lo que era la
producción apícola. "Eso permitió que sea la cuna de productores de gran
cantidad de colmenas que estaban distribuidas en el país o iban
trasladándolas", señaló Christensen.
Por otro lado, la productora apícola habló sobre el presente y
las perspectivas a futuro de la apicultura. "La primavera acompañó, las
colmenas tuvieron un buen desarrollo después de una buena invernada y ya en
puertas a la cosecha se están presentando unos días de seca, estamos un poquito
expectantes de cómo se va a desarrollar la temporada en la localidad",
explicó Christensen y contó que es una zona de un rendimiento promedio de unos
30 kilos.
Asimismo, habló acerca de su elección como productora apícola.
"Cuando estaba terminando el secundario, mi papá tuvo la iniciativa de
poner unas colmenitas y me pidió ayuda porque era un poco un plan para cuando
él se jubilara", contó Christensen y resaltó que "el plan empezó a
llevarse adelante, pero nunca se terminó de ocupar de las colmenas, quedé
haciéndome cargo y encontrando que era una actividad que me gustaba
mucho". En ese sentido, aseguró que "fue la elección de mi trabajo,
de mi profesión, de lo que me gusta hacer" y sentenció: "Soy una
afortunada de trabajar de lo que me gusta".
A su vez, Christensen hizo referencia acerca de los desafíos que
tiene este noble trabajo. "El desafío, como toda producción agropecuaria,
es la cuestión climática", dijo la productora y contó que van incorporando
nuevos manejos, nuevas tecnologías, pero siempre hay un factor clima, que no
manejan.
Por otro lado, hizo referencia a la producción de miel y contó
que "el 95% de la miel se exporta a granel sin ningún tipo de
diferenciación o valor agregado" y contó que "con el paso de los años
hemos ido buscando esta alternativa de poder fraccionar nuestra miel, con
nuestra identidad y poder dar un valor agregado". Cabe señalar que la
empresa se llama Alfa Apicultura que se encuentran junto a un grupo de
fraccionadores de miel en donde trabajan en un sello de garantía. "Un
sello miel de Tandil que identifica a la miel de las empresas que cumplen
ciertos requisitos para asegurar que la misma que llega al público cumple con
todas las condiciones de calidad", sostuvo Christensen.
En los últimos días ANMAT prohibió la comercialización de una
miel que estaba rotulada como miel de Tandil. "Era una marca Chérie de
Tandil decía el rótulo, y se encontró en góndolas en la zona de Bahía
Blanca", explicó la productora y añadió que "en sus labores de
control el inspector encontró que esta miel no correspondía a una de las mieles
de Tandil, comienza todo el proceso administrativo y finalmente ANMAT da este
comunicado donde dice que tanto el número de establecimiento como el número de
producto no correspondían a la miel, era un rotulado apócrifo". Es por eso
que ordenan retirar del mercado esa miel. Con respecto a este tema, Christensen
contó que, junto al grupo de fraccionadores, "aplaudimos esta medida
porque cuando empezamos a trabajar, hace tres años, era una problemática que
nos encontrábamos las empresas que cumplíamos con los requisitos de habilitaciones
y controles de calidad sobre el producto y teníamos una competencia en góndola
de otro producto que no cumplía la normativa vigente".
En ese sentido, la productora apícola señaló que "es un
alimento y hay que garantizar que llegue en las condiciones óptimas para que
sea consumido y, en la medida que todas las que son habilitaciones e
inscripciones no se encuentran realizadas adecuadamente, tampoco se puede
garantizar qué calidad tiene ese producto".
Es importante resaltar que la miel de Tandil es una miel muy
buscada, de colores claros, suave, la abeja recolecta el néctar tanto en la
flora natural que hay en las sierras como en pasturas o algún cultivo
implantado que se realiza a nivel comercial. "Sumado a las características
de color que se lo da la floración, el aroma suave y la textura, el tipo de
grano que forma, esta tradición de trabajo apícola, da una seguridad que se
mantiene la calidad del producto, cuando la abeja hace la miel y está madura en
las colmenas, es un alimento que está en perfectas condiciones", destacó
Christensen y contó que "el apicultor tiene que procurar realizar las
buenas prácticas para que esa miel que en el panal está en óptimas condiciones,
llegue de la misma manera al consumidor".
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