A menudo puede ocurrirnos que tenemos
cierta sensación de hinchazón que puede deberse a un proceso de inflamación del organismo, un mecanismo biológico de defensa frente a
agresiones o a agentes patógenos.
Sin embargo, este proceso que
inicialmente es beneficioso y determina diversos cambios fisiológicos, si se
mantiene constante y se cronifica, puede acabar convirtiéndose en un problema que
acarree patologías más serias como la artritis, enfermedades cardiacas (ECV),
el cáncer y la obesidad.
Desde el campo de la nutrición, los
expertos recomiendan la incorporación de alimentos
antiinflamatorios en nuestra dieta. Existe una serie de alimentos cuyo
elevado contenido de antioxidantes con propiedades antiinflamatorias pueden bloquear la formación de moléculas proinflamatorias
en nuestro organismo. Así, la Facultad de Medicina de la Universidad ha
elaborado un listado de seis frutas que, si las consumimos de manera regular, pueden ayudarnos
contra la molestia sensación de hinchazón:
Bayas. Las fresas, las moras y los arándanos son particularmente potentes en
actividad antioxidante y antiinflamatoria. Junto con la fibra y la vitamina C,
las bayas poseen fitoquímicos, como las antocianinas y el ácido elágico que
pueden estar detrás de beneficios para la salud. Recientes estudios han
relacionado un mayor consumo de bayas con menores riesgos de padecer
enfermedades cardíacas, enfermedad de Alzheimer o diabetes.
Manzanas y
peras. Aquel dicho de “una manzana al
día alarga la vida” puede que tenga su base científica. Un estudio de casi
35.000 mujeres descubrió que el consumo de esta fruta, junto con las peras,
estaba relacionado con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca. Los
componentes estrella de las manzanas (fibra, vitamina C, pectina y polifenoles)
se han relacionado con efectos antiinflamatorios y un aumento de microbios
beneficiosos en el intestino.
Granadas. Esas pequeñas semillas de granada contienen grandes cantidades de
vitaminas C y K, potasio, fibra y potentes fitoquímicos como antocianina y
resveratrol. Estos nutrientes pueden estar detrás de los posibles beneficios de
comer granadas.
Frutas con
carozo. Las cerezas, los melocotones, los
albaricoques y las ciruelas son ejemplos de frutas con hueso. Estas frutas
contienen fibra, vitamina C, potasio y una amplia variedad de fitoquímicos. Por
ejemplo, las cerezas han acaparado la mayor parte de la investigación entre las
frutas de hueso. Algunos estudios sugieren que las cerezas pueden reducir el
dolor y las molestias después del ejercicio, así como un menor riesgo de
ataques de gota. Los altos niveles de compuestos fenólicos en las cerezas, que
se han relacionado con una reducción de la inflamación, pueden ser la causa de
esos beneficios.
Cítricos. Las naranjas, los pomelos, los limones y las limas son ampliamente
conocidos por su riqueza en vitamina C. También contienen fibra, potasio,
calcio, vitamina B, cobre y fitoquímicos antiinflamatorios como flavonoides y
carotenoides. Aunque hay poca investigación en humanos sobre los cítricos, los
nutrientes que se encuentran en los cítricos se han asociado con efectos
protectores del corazón.
Uvas. Estas frutas están repletas de fibra, vitaminas C y K y potentes
fitoquímicos, además de ser una considerable fuente de polifenoles, unos
compuestos que han mostrado su capacidad de proteger las células del organismo
contra el daño de los radicales libres.
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