Por primera vez, científicos han descubierto vida animal bajo el
suelo marino en torno a los sistemas de respiraderos hidrotermales profundos.
Este hallazgo desafía la antigua creencia de que solo los microbios habitaban
esta región del subsuelo, sugiriendo que una porción mucho mayor de la corteza
terrestre podría albergar formas de vida complejas.
Investigadores a bordo del buque de investigación Falkor
(too), del Instituto Oceánico Schmidt, utilizaron vehículos
operados a distancia para explorar el suelo marino alrededor de la Dorsal del
Pacífico Oriental, una cordillera volcánica activa donde se encuentran dos
placas tectónicas en el fondo del océano Pacífico.
Exploración del subsuelo marino
Mientras intentaban investigar cómo las larvas animales se asentaban en
el lecho marino, los científicos se toparon con vida animal en cavidades llenas
de fluidos hidrotermales bajo la corteza terrestre, a más de 2.500 metros de
profundidad. En estas cavidades cálidas, ubicadas entre las placas convergentes
de la corteza, el equipo documentó la presencia de gusanos tubícolas gigantes (Riftia
pachyptila), también conocidos como gusanos barbudos gigantes, una especie
que puede llegar a medir hasta 3 metros de longitud. Además, se encontró una
variedad de animales móviles, como caracoles, mejillones y diversas especies de
gusanos.
Impacto en la comprensión de la vida submarina
Si bien otros científicos han descubierto anteriormente vastos ecosistemas
microbianos bajo la superficie terrestre, incluso en regiones no submarinas,
este es el primer hallazgo de ecosistemas de vida animal en este contexto bajo
el suelo marino. Se estima que aproximadamente el 70% de la vida microbiana del
planeta vive bajo tierra, pero el descubrimiento de vida animal en el subsuelo
marino abre nuevas interrogantes sobre la biodiversidad en estas áreas.
El hallazgo, liderado por un equipo internacional de la Universidad de
Viena y el Real Instituto Neerlandés de Investigación Marina, ha sido publicado
en la revista Nature Communications, destacando la importancia de
este avance en la comprensión de los ecosistemas profundos.
Conexiones dinámicas en el ecosistema marino
Los investigadores creen que las larvas jóvenes de las comunidades del
lecho marino pueden asentarse en estos hábitats bajo el subsuelo, viajando a
través de los fluidos hidrotermales. Si esta hipótesis es correcta, sugiere que
los ecosistemas del océano, el lecho marino y el subsuelo están profundamente
interconectados en una relación dinámica. Este descubrimiento amplía la
perspectiva sobre la posible extensión de estos ecosistemas, que podrían ocupar
una porción considerable de la corteza terrestre en todo el mundo.
Nuevas preguntas para la ciencia
El descubrimiento de vida animal bajo la corteza terrestre plantea
nuevas preguntas sobre la extensión de estos ecosistemas, que podrían ser mucho
más amplios de lo que se puede observar en la superficie del lecho marino. Los
autores del estudio subrayan que el análisis del subsuelo biosférico para la
vida animal está en sus primeras etapas, sugiriendo que aún queda mucho por
descubrir.
Este hallazgo tiene implicaciones no solo para
nuestra comprensión de la biodiversidad marina, sino también para los estudios
sobre sostenibilidad y ecología, ya que revela la resiliencia y adaptabilidad
de la vida en entornos extremos. Estos ecosistemas podrían ofrecer claves sobre
cómo las formas de vida se adaptan a condiciones severas, lo que a su vez
podría influir en futuros estudios sobre sostenibilidad en relación con el
cambio climático y la preservación de los ecosistemas marinos.
Implicaciones globales para la sostenibilidad
Desde una perspectiva global, este descubrimiento resalta la importancia
de estudiar los océanos y sus ecosistemas, no solo por la biodiversidad que
albergan, sino también por su rol crucial en la salud del planeta. Los sistemas
hidrotermales y los ecosistemas asociados contribuyen a ciclos biogeoquímicos
clave, como el del carbono, que influyen directamente en la regulación del
clima.
La investigación de estos entornos extremos también puede inspirar
soluciones innovadoras en el ámbito de las energías renovables. Por ejemplo, el
estudio de la energía térmica generada por los respiraderos hidrotermales
podría proporcionar ideas para tecnologías sostenibles que aprovechen las
fuentes de calor naturales del planeta, minimizando así el impacto ambiental.
Este descubrimiento, en definitiva, invita a replantearse el
vasto potencial que tienen los océanos y el subsuelo marino como territorios
aún en gran parte inexplorados. Estos ecosistemas, más allá de ser una
fascinante ventana a la adaptabilidad de la vida, podrían ser clave en los
esfuerzos futuros por comprender y mitigar los efectos del cambio climático,
además de ofrecer nuevas oportunidades en la búsqueda de fuentes energéticas
limpias y sostenibles.
La
exploración de los ecosistemas subterráneos no solo tiene implicaciones para la
biodiversidad, sino que también abre la puerta a nuevas investigaciones que
podrían tener un impacto positivo en la sostenibilidad global y la lucha contra
la crisis climática.
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