Borra y refresca tu mente
Al igual que el sueño refresca la mente y el
cuerpo, no tomar tiempo libre para ti convierte el día a día en una rutina. Si
tu rutina es la misma día tras día, estás destinado a envejecer, no importa lo
mucho que estés acostumbrado a esa rutina habitual. Sin embargo, cuando
permites que tu mente se concentre en algo más que el trabajo, te ayuda a ganar
la perspectiva que uno no puede ver cuando está hundido hasta las rodillas en las
trincheras
No puedes ser bueno con nadie a menos que seas
bueno contigo mismo
Pregúntate: “¿Qué he hecho por mí últimamente?” Si
no puedes encontrar una buena respuesta con rapidez, lo más probable es que sea
debido a que ha pasado mucho tiempo desde que te tomaste un tiempo para
centrarte en ti. Si no valoras a esa persona, no puedes ser eficaz en la
gestión y liderar a otras personas. Harás el trabajo de igual manera o incluso
mejor si utilizas tu tiempo sabiamente. Así que empieza por ser bueno contigo
mismo, tómate un tiempo libre y date lo que necesitas.
Serás más creativo
La creatividad no se encuentra en la parte
organizada y lógica de tu cerebro izquierdo. Si bien es instintivo para el
profesional buscar el ingenio ahí, la creatividad en realidad vive en el lado
caótico, desordenado y desorganizado de tu cerebro derecho. Y lo mismo ocurre
con la inspiración. Sentado día tras día en tu oficina tratando de mover las
cosas mediante la voluntad, hace que tus ideas se sequen en algún momento.
Tomar un descanso de la organización y los procesos te dará el espacio para
explorar el caos de tu lado derecho del cerebro. Es increíble lo que se
encuentra allí.
Ser un fanático del control no es útil
Una de las razones por las que los líderes de
negocios son lo que son es debido a su capacidad de organizarse, transmitir y
mover a la gente hacia la línea de meta. Ellos saben cómo hacer que las cosas
sucedan. Ellos saben cómo controlar las situaciones y crear resultados. Pero
también pueden llegar a controlar a la gente. Hay tanto que podemos controlar
que en algún momento tenemos que aprender a dejar de hacerlo antes de que
lleguemos a los límites. Hacer tiempo para uno mismo es una gran manera de dar
un paso atrás y ceder el control, aunque sea por una hora a la semana.
Sigues en contacto con lo que es realmente
importante
Cuando nos definimos por lo que hacemos, fácilmente
podemos perder de vista lo que somos, lo que nos deja devastados cuando sucede
lo inesperado. Tomarte el tiempo necesario para ti mismo te permite darte
cuenta de que tú eres más que un profesional. Te lo debes a ti mismo para
honrar aquellas partes de ti y la verdad es que nunca se sabe dónde ni cuándo
vas a encontrar a alguien que pueda ayudar a tu carrera o a tu negocio.
3 simples pasos para comenzar a tener
control sobre nuestro tiempo
Paso 1
Toma un pedazo de papel y un lápiz y comienza por
identificar aquellos sueños y metas que deseas alcanzar y por los que
estás dispuesto a trabajar por el resto de tu vida, si fuese necesario. En
otras palabras, aquellas cosas que son realmente importantes para ti. Asegúrate
que todas las áreas de tu vida se encuentren representadas en esta lista.
Paso 2
Asigna una fecha para la cual te gustaría ver
realizada cada una de estas metas. No te preocupes si esta fecha esta a dos o
más años de distancia. Recuerda que aquello verdaderamente importante tomará
tiempo.
Paso 3
Identifica todas las metas a corto plazo, objetivos
intermedios, acciones y actividades que puedas llevar a cabo a diario, que te
puedan ayudar a alcanzar tus metas mayores. Este es uno de los pasos más
importantes. Una gran meta que no pueda traducirse en actividades diarias no
tiene ningún sentido, ya que son las actividades diarias las que producirán
acción.
Sólo si das estos tres pasos y actúas, podrás estar
seguro que hay una correspondencia entre tus actividades diarias, sueños, metas
y valores. Recuerda que sólo cuando tus actividades diarias estén de acuerdo
con tus prioridades más importantes, podrás experimentar un verdadero equilibrio en tu vida.
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