Fundada
en 427 d. C., Nelanda es considerada la primera universidad residencial del
mundo, una especie de institución
medieval al estilo de las universidades de la Ivy League, que albergaba nueve
millones de libros y atrajo 10.000 estudiantes de toda Asia Oriental y Central.
Aquí
se congregaban para aprender medicina, lógica, matemáticas y -sobre todo- los
principios budistas dictados por los eruditos más venerados de la época. Como
declaró una vez el Dalai Lama: "La fuente de todo el conocimiento
[budista] que tenemos, ha venido de Nalanda".
Tradición liberal
Durante
los más de siete siglos que Nalanda prosperó, no había nada igual en el mundo.
La monástica universidad se anticipó más de 500 años a las
universidades de Oxford, Salamanca y Boloña, esta última la más antigua de
Europa. Es más, el enfoque liberal hacia la filosofía y la religión ayudaría a
forjar la cultura de Asia mucho después de que la universidad dejara de
existir.
Curiosamente, los monarcas del Imperio Gupta
que fundaron la monástica universidad budista eran hindúes devotos, pero
comprensivos y tolerantes con el budismo y el creciente fervor intelectual
budista y los escritos filosóficos del momento. Las tradiciones culturales y
religiosas liberales que evolucionaron durante su reino se convertirían en el
núcleo del currículum académico multidisciplinario de Nalanda, que combinaba el
budismo intelectual con un más elevado conocimiento en varios campos.
El ancestral sistema médico indio Ayurveda, que está basado en métodos de
sanación naturales, era ampliamente enseñado en Nalanda y luego se extendió a
otras partes de India a través de sus alumnos. Otras instituciones budistas
tomaron inspiración del diseño del campus con sus patios abiertos rodeados de
salones de oración y aulas de clase. Y el estuco producido aquí influenciaría
el arte eclesiástico de Tailandia, así como el arte metalúrgico migró de aquí
hasta Tíbet y la península malaya.
Pero,
tal vez el legado más profundo y duradero de Nalanda son sus logros en matemáticas y astronomía.
Se especula que Aryabhata, considerado el padre de las matemáticas indias, dirigió la universidad en el siglo VI. "Creemos que Aryabhata fue el primero en asignar el cero como un dígito, un concepto revolucionario que simplificó las computaciones matemáticas y ayudo a desarrollar avenidas más complejas como el álgebra y el cálculo", explicó Anuradha Mitra, profesora de matemáticas radicada en Calcuta.
"Sin
el cero, no tendríamos computadoras", añadió. "También fue pionero en
la extracción de las raíces cuadradas y cúbicas, y en las aplicaciones de las
funciones trigonométricas a la geometría esférica. Fue, además, el primero en
atribuir el resplandor de la Luna al reflejo de la luz solar".
Su
labor influiría profundamente en el desarrollo de las matemáticas y la
astronomía en el sur de India y por toda la península arábiga.
La
universidad enviaba de manera regular a sus
mejores eruditos y profesores a lugares como China, Corea, Japón, Indonesia y
Sri Lanka para propagar las enseñanzas y filosofía budistas. Ese
antiguo programa de intercambio cultural contribuyó a difundir y moldear el
budismo por toda Asia.
Hoy en día, los vestigios
arqueológicos de Nalanda son Patrimonio de
la Humanidad de la UNESCO. En el año 1190, la universidad fue destruida por
una tropa de invasores saqueadores al mando del general militar turco-afgano
Bakhtiyar Khilji, que buscaba destruir el centro de conocimiento budista durante
su conquista del norte y oriente de India. El campus eran tan extenso que se
cuenta que el incendio iniciado por los atacantes ardió durante tres meses.
Actualmente,
las 23 hectáreas que han sido excavadas del sitio son probablemente una
fracción del campus original, pero merodear entre su multitud de monasterios y
templos evoca una sensación de lo que debió haber sido aprender en este
legendario lugar.
Deambulé
alrededor de los porches y pórticos de los monasterios y las hornacinas de los
templos. Después de atravesar un corredor de altos muros de ladrillo rojizo,
llegué al patio interior de un monasterio. El cavernoso espacio rectangular
estaba dominado por una elevada plataforma de piedra. "Esto fue un salón
de clases que podía acomodar a 300 estudiantes. Y la plataforma era el podio
del profesor", dijo Kamla Singh, mi guía local, que me llevó por las
ruinas.
Entré
en uno de los pequeños cuartos que rodeaban el patio, donde vivían estudiantes de lugares tan lejanos
como Afganistán. Dos nichos, uno enfrente del otro, estaban destinados a
acomodar lámparas de aceite u objetos personales, y Singh explicó que un
pequeño hueco cuadrado cerca de la entrada de la celda servía como el buzón
personal de cada estudiante.
Tres ataques y un olvido de seis siglos
Más de
ocho siglos después de su desaparición, algunos expertos disputan la
generalizada teoría que Nalanda fuera destruida porque Khilji y sus tropas
sintieron que sus enseñanzas competían con el islam. Aunque el desarraigo del
budismo pudo haber sido un impulsor del ataque, uno de los arqueólogos pioneros
de India, HD Sankaliya, escribió en su libro de 1934 "La Universidad de
Nalanda" que la apariencia de fortaleza del campus y los relatos
de su riqueza fueron razones suficientes para que los invasores consideraran a
la universidad como un lugar atractivo para atacar.
"Sí,
es difícil asignar una razón definitiva para la invasión", dijo Shankar
Sharma, director del museo del lugar, que exhibe 350 artefactos producto de las
excavaciones en Nalanda, como esculturas en estuco, estatuas de bronce del
Buda, y piezas de marfil y hueso.
"Sin
embargo, no fue el primer ataque contra Nalanda", indicó Sharma, mientras
caminábamos entre las ruinas. "Fue atacada por los hunos bajo Mihirkula en
el siglo V, y otra vez sostuvo daños de una invasión del rey Gauda de Bengala,
en el siglo VIII".
Mientras
que los hunos llegaron a saquear, es difícil concluir si el segundo
ataque del rey de Bengala fue el resultado de un creciente antagonismo entre su
secta shivaísma hindú y los budistas de la época. En ambas ocasiones, los
edificios fueron reconstruidos y los predios expandidos después de los ataques
con la ayuda del patrocinio imperial de los gobernantes.
Durante los siguientes seis
siglos, Nalanda se hundiría gradualmente en el olvido, enterrada hasta que fue "descubierta" por el explorador escocés
Francis Buchanan-Hamilton en 1812, y luego identificada como la antigua
Universidad de Nalanda por Alexander Cunningham en 1861.
Este
artículo es parte de la serie Places That Changed the World (Lugares que
cambiaron el mundo) de BBC Travel.
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