**RECICLEMOS para CUIDAR NUESTRA CASA COMÚN, el PLANETA TIERRA: Phoenix emplea estructuras de mono-material, lo que
facilita la recuperación de materiales sin pérdida de calidad, superando el
proceso común de downcycling (reciclaje de baja calidad) en la industria
automotriz.
Estudiantes
de Eindhoven presentan un coche circular: Phoenix
El equipo de estudiantes de la
Universidad Tecnológica de Eindhoven (TU/e) ha revelado su último prototipo,
Phoenix, un vehículo innovador diseñado para ser más sostenible y circular. Lo
más destacable es que hasta un 75% de los materiales del coche pueden
reutilizarse al final de su vida útil, un avance considerable en comparación
con los vehículos convencionales, que solo permiten la recuperación de
aproximadamente un 21% de sus materiales mediante procesos de reciclaje de
ciclo cerrado. Esta cifra es cuatro veces mayor que la de los coches
tradicionales, lo que supone un gran avance en el campo de la economía circular
y la sostenibilidad en la industria automotriz.
La
importancia del reciclaje en ciclo cerrado
El reciclaje en ciclo cerrado permite
que los materiales se reutilicen indefinidamente sin perder calidad ni
propiedades específicas, lo que contrasta con el downcycling o
reciclaje de baja calidad, que es la opción más común en la actualidad en la
industria automotriz. Este proceso degrada los materiales, que luego se transforman
en productos de menor calidad, como bolígrafos o ropa, en lugar de ser
reutilizados en nuevos vehículos. A nivel global, alrededor del 88% de los
materiales de los automóviles son reutilizados, según la organización Auto
Recycling Nederland (ARN), pero la mayoría no se reincorpora a la fabricación
de nuevos vehículos.
En Europa, más de seis millones de
vehículos se desechan anualmente, generando millones de toneladas de residuos.
Si se mejora el proceso de reciclaje en toda la industria, se podrían mitigar
muchos de los problemas ambientales asociados con los desechos y preservar
grandes cantidades de materiales valiosos. La clave para un cambio
significativo es adoptar prácticas de reciclaje en ciclo cerrado, como las
implementadas en el Phoenix, para maximizar la reutilización de materiales en
su forma original.
Nuevas
normativas de la Unión Europea
El diseño de Phoenix también responde
a las regulaciones emergentes de la Unión Europea, que están en camino de
exigir una mayor circularidad en la industria automotriz. Una nueva regulación
de la Comisión Europea exigirá que los vehículos estén compuestos por al menos
un 25% de plástico reciclado, de los cuales un 25% debe provenir de un proceso
de reciclaje en ciclo cerrado. Esto implica que al menos el 6,25% del material
total de los coches debe ser reciclado en ciclo cerrado.
Aunque este
porcentaje puede parecer bajo, los estudiantes de TU/ecomotive consideran que
es un paso en la dirección correcta. «La Comisión Europea está marcando el rumbo
correcto, pero es necesario hacer más para transformar la industria«, señala Tim van Grinsven, director del equipo TU/ecomotive.
El equipo espera inspirar a la
industria automotriz a diseñar de manera más sostenible. “El planeta no dispone
de recursos ilimitados, por lo que el uso más eficiente de los materiales es la
solución. Phoenix es nuestra respuesta, y extendemos la invitación a la
industria para que se una a este reto”, añade van Grinsven.
La
economía circular y el diseño del Phoenix
El objetivo principal del equipo con
Phoenix es lograr la mayor tasa posible de reciclaje en ciclo cerrado, donde
los materiales puedan ser recuperados y reutilizados en nuevos productos de la
misma clase, sin pérdida de calidad. El secreto del Phoenix reside en sus
estructuras de mono-material, es decir, estructuras compuestas por
un único tipo de material. Esto facilita la separación y reutilización de los
componentes, reduciendo la degradación de la calidad tras cada ciclo de
reciclaje.
Otra innovación importante es el uso
de métodos de fijación inteligentes, que evitan la conexión permanente de los
materiales. De esta manera, al desmontar el vehículo, los materiales conservan
mejor sus propiedades, lo que aumenta la eficiencia del reciclaje. Estas
innovaciones técnicas son fundamentales para avanzar hacia una economía
circular en la que el desperdicio de materiales sea mínimo.
Baterías
optimizadas para mayor sostenibilidad
Además de mejorar la reciclabilidad
de los materiales, el equipo de TU/ecomotive también ha trabajado en optimizar
la vida útil de las baterías, un componente notoriamente difícil de reciclar en
los vehículos eléctricos actuales. El Phoenix incorpora un sistema que combina
baterías fijas y removibles. Las baterías removibles solo se usan en trayectos
largos, lo que aumenta la autonomía del vehículo en más de un 60%. Además,
cuando el coche no está en uso, estas baterías removibles pueden utilizarse
para cargar dispositivos eléctricos en el hogar, maximizando su utilidad.
El uso menos
intensivo de las baterías removibles contribuye a prolongar su vida útil, lo
que reduce la necesidad de reemplazarlas con frecuencia. Esto no solo disminuye
los costos a largo plazo para los usuarios, sino que también minimiza el
impacto ambiental asociado con la producción y desecho de baterías.
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