La mayoría de nosotros sufrió o sufrirá dolor de espalda en alguna
ocasión, sentir dolor en la zona de las lumbares es muy común. Recuerda
que la espalda comprende desde las vértebras cervicales hasta la zona sacra.
Por otra parte, se puede pensar que las razones del dolor de lumbago
provienen de hacer deporte, malas posturas, levantar cosa pesadas. En nuestro
día a día son multiples las ocasiones en las que realizamos algún movimiento
que es perjudicial para nuestra espalada.
Sin embargo, existen razones que pueden ser no tan evidentes, por
ejemplo, llevar un calzado que no sea adecuado,
esto puede acarrear dolor no solo en la espalda, también en los pies y los
tobillos.
Los
zapatos tienen una conexión con tu dolor de espalda
¿Usas tacos?, ¿quizá un calzado a ras de piso o un calzado deportivo
demasiado duro?, sucede que al llevar un calzado que te de un soporte inadecuado para el arco del pie, se está
provocando una tensión extra que va directo a la espalda.
Hablando más específicamente, si utilizas tacones la tensión se dirige a
la espalda baja, ya que lo común es que la alineación se desvié. Mientras que
el usar chanclas ocasiona dolor en distintas zonas del pie, pudiendo subir
hasta le tobillo y rodilla.
¿Usar
zapatos especializados?
Posiblemente los zapatos especializados no sean del todo estéticos, pero
si tu dolor de espalda es intenso, por qué no pensar en cambiar unos
zapatos estéticos por otros que te pueden ayudar. O si has tenido dolores
antiguamente puede ser una manera de prevenirlos.
Estos zapatos estas diseñados para proteger el pie,
mejorar la alineación o solucionar problemas específicos
que te estén ocasionando molestias en pies o tu espalda.
Claro que esto supondría ir con un especialista puesto que este tipo de
zapatos no se pueden encontrar en cualquier zapatería, esto también supone un
precio que no suele ser barato; además, deben cambiarse periódicamente.
Pero si no quieres llegar a tener que usar calzado especializado y
quieres comenzar a proteger tu espalda desde ya, existen ciertos consejos que
pueden ayudarte a escoger tus zapatos del día a día y
que te ayudarán con tu dolor de espalda.
Así que continúa leyendo ya que te dejo algunos consejos que te servirán
a la hora de escoger tu calzado y mantener a raya el dolor lumbar.
¿Cómo
elegir un calzado para tu andar cotidiano?
Recuerda que el calzado esta para cubrir y dar soporte al pie, y no para
entorpecer el caminar. Por lo tanto, necesitas un calzado que te de movilidad,
no corte la circulación del pie y te proteja:
·
Si quieres que al caminar el calzado
soporta el impacto, lo mejor es evitar un zapato que sea
plano o que tenga una suela muy delgada.
·
También puedes utilizar plantillas que sean de gel, esto por supuesto te
protegerá del impacto, además de proporcionar un buen soporte para el arco de
tu pie, una óptima distribución de tu peso y, muy importante, una disminución
de tensión sobre tu espalda baja.
·
Busca calzado con suelas suaves, flexibles, sobre todo si los usas para
correr o para trabajar. En realidad, no importa para que los necesites, una
suela flexible hará que el pie se mueva junto con la suela lo que provocará que
el arco del pie no se tense innecesariamente.
·
Es probable que tengas un par de
zapatos favoritos, pero, aunque te gusten mucho, no es recomendable usar siempre los mismos
pares. Lo mejor es cambiarlos de vez en vez, ya sea que vayas a
trabajar, caminar, correr o salir de compras.
·
Escoge correctamente la talla del
calzado; es decir, el espacio que tendrá tu
pie dentro del mismo. No es bueno comprar uno muy grande, pero tampoco lo es
comprar algo que quede muy ajustado. Entonces, ¿de qué medida comprarlo?,
sencillo, uno que te proporcione una movilidad óptima.
·
Esto quiere decir que entre tus dedos
y el calzado debe haber medio centímetro de
separación, esto es lo que te dará la movilidad adecuada. No tendrás
un pie nadando dentro del calzado, ni tus dedos toparán con la punta.
·
Ahora, no todo depende del calzado, quiero decir que para
ponértelo deberás usar calcetines adecuados, también
debes poner atención en el tipo de calcetines que usas. Cuando vayas a comprar
ve con el tipo de calcetín que usarás para ese calzado en específico.
·
Cuando se trate de un calzado nuevo y sea la primera vez que te los
pruebas, no te quedes sentado, camina, ponte el calzado en ambos pies y camina
más. Así te aseguras que ambos pies estén comodos
·
Lo anterior es importante ya
que no tenemos los pies del mismo tamaño, es decir, la
diferencia es mínima, pero existe. Y en cuestión de calzado si no te pruebas
los dos, lo más probable es que tengas problemas con tu pie más largo.
·
Así que, toma como referente el pie
que tengas con mayor tamaño al momento de probarte el calzado. Considera
también el largo de tus dedos, ya que en algunas personas el dedo segundo es el
más largo, mientras que en otra es el primer dedo; entonces, cuando verifiques
si queda espacio entre tu pie y el borde del calzado, toca el dedo que tengas
más largo.
·
Trata de comprar tu calzado lo mas
tarde que puedas, la razón es simple, es a últimas horas del día
cuando el pie está expandido o hinchado por todo el día. Por lo que si esperas
a la tarde no te llevarás sorpresas como
que el calzado te aprieta después de usarlo durante algunas horas, y por lo
tanto no te cortará circulación del pie, sobre todo si lo necesitas para hacer
largas caminatas.
·
No compres calzados estrechos, es decir, aquellos que en la punta va apretando los dedos, pueden
ser muy estéticos, pero tu espalda se resentira. Recuerda, el pie debe
poder moverse libremente.
·
Y si has decidido comprar tacones,
por favor que no sean de mas de 3 centímetros. El peso debe ir repartido por
todo tu pie y no solo en la parte de delante. Por lo que si compras tacones muy
altos se creará una tensión innecesaria en tu espalda.
Lo
que el zapato correcto puede hacer por ti
Si compras el calzado correcto y siguiendo los anteriores consejos tu
pie estará correctamente amortiguado. Para esto es necesario que el calzado
tenga una suela lo suficientemente gruesa.
·
Un buen calzado hará que el pie este
correctamente alineado cada vez que toca el suelo, convirtiéndose en un apoyo
para el pie.
·
Si tu calzado te resulta incómodo
mejor no lo uses. Si es realmente bueno debes
sentirlo cómodo desde el primer momento que te lo pones.
·
Un calzado a medida, no debe apretar,
más bien debe estar ajustado, que no es lo mismo.
Finalmente, ayudar al dolor de tu espalda adquiriendo un buen par de
zapatos es posible, solo debes poner atención. Con esto harás que tu zona
lumbar descanse; viendo que el esfuerzo de adquirir el calzado adecuado valió
la pena.
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Fuente:
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Spine
kinematics and trunk muscle activity during bipedal standing using unstable
footwear
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Prolonged occupational standing: the
impact of time and footwear
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