A contar de 1991, con la ratificación de
los Derechos del Niño, los más pequeños de la casa pasaron a ser sujetos de
derecho y, definitivamente, la crianza cambió. El quiebre con el sistema
pasado, donde los padres se superponían a los hijos, conlleva desafíos no solo
al interior de las familias, sino también para la sociedad. Sumado al uso de
las nuevas tecnologías y las diversas fuentes de estimulación, los padres de
hoy parecen no tener una tarea fácil. Se trata de un tema interesante de
analizar y en el que hay sencillas formas para lograr una relación equilibrada.
Este es un mundo donde la imagen es
fundamental y los niños reciben estímulos visuales permanentemente, en el cual
el computador desarrolla su inteligencia, pero con una vertiginosidad que para
algunos puede ser excesiva. Es un escenario donde el éxito de lo virtual está
mermando la importancia de los juguetes tradicionales, de esos objetos que se
podían construir, tocar y hasta oler.
Datos de las Cámara Argentina de la Industria
del Juguete dicen que la edad de jugar con objetos lúdicos se ha
acortado; si antes las niñas se entretenían con muñecas hasta los 11 años, hoy
a los siete ya quieren un computador. Y los juegos también han cambiado: la
Fundación Alimentum, en su II Sondeo de Opinión sobre Hábitos de Estilos de
Vida Saludables, en España, arrojó que el 97% de los padres considera muy
importante o importante que sus hijos realicen diariamente ejercicio físico,
pero cuatro de cada diez reconocen que sus niños no lo llevan a la práctica. En
el mismo sentido, la mayoría considera que los juegos de su infancia eran más
saludables que las fórmulas de entretenimiento de los niños de hoy.
Para una infancia equilibrada
“Los esfuerzos de los padres de la generación actual de niños deben
estar puestos en la calidad de las interacciones que mantienen con sus hijos”,
dice Paulina Sarmiento. La especialista afirma que no se puede negar que la
incorporación de la mujer al mundo laboral, querámoslo o no, ha mermado la
posibilidad en los niños de contar con la permanencia de su cuidador principal
en casa, por lo que se debe estar consciente de esta necesidad. La sicóloga
aconseja, además:
·
No confundir calidad de tiempo
con regalías o con la falta de límites : un
niño se desarrollará de manera sana si puede predecir su entorno y para esto
necesita contar con una estructura que le permita entender lo que se espera de
él. “En la palabra entender es donde encontraremos también una variante, pues
los niños de hoy no se conformarán con un sí o un no como respuesta; ellos han
crecido en la era de los Derechos del Niño y necesitan entender por qué se les
está pidiendo o exigiendo algo”.
·
La respuesta a la autoridad de
manera arbitraria es algo que poco se observa en
la infancia hoy: “Esta condición, que para muchos padres es una desventaja,
puede ser utilizado de manera positiva para fomentar el diálogo con los menores
y desarrollar la función reflexiva en ellos”.
·
No condicionar el amor a los
hijos : “Es vital para su desarrollo
socio-afectivo saber que tienen un cuidador que los quiere y los cuida de
manera incondicional; esto quiere decir que podrán recurrir a él cuándo lo
necesiten y que será receptivo a sus necesidades; esta es la base del apego
seguro, que constituye un pilar para el desarrollo a lo largo de todo el ciclo
vital”.
·
No confundir amor incondicional
con ausencia de disciplina : “Podemos corregirlos,
pero el mensaje es que, aunque comentan errores, estaremos ahí para cuando nos
necesiten. Esta es la base del desarrollo de la confianza. Si tenemos niños que
confían en sus padres, tendremos adolescentes que también lo harán y podremos
minimizar los factores de riesgo asociados a esta etapa, lo que conllevará a un
desarrollo más integral en su formación como adultos. Sin duda, podría aportar
a convertirnos en una sociedad más solidaria y, por ende, más sana. Quizás,
también volver a la vida de barrio”.
A modo de sugerencias concretas:
·
Incentivar la vida al aire libre con
los hijos.
·
Desconectarse del celular cuando se
está en casa; esto dará un mensaje de que se está disponible para ellos y, al
mismo tiempo, dará un ejemplo a seguir.
·
Cuando se esté en casa, incentivar
las interacciones cara a cara.
·
Delimitar el tiempo de uso de
aparatos tecnológicos.
·
Acompañar a los hijos en el uso de
plataformas virtuales.
·
Conversar más. Los hijos siempre
valoran esto, por muy pequeños que sean.
·
Estudiar con ellos, no solo porque lo
necesiten, sino porque ellos valoran la compañía de los padres.
·
Validar sus emociones, sean estas
negativas o positivas.
·
Ser constante y consistente en el
actuar.
·
Respetar la individualidad. No
pretender que los hijos se comporten como el hermano, el primo o el compañero.
Sobre estimulación: ¿mal moderno?
Que los padres de hoy sobre estimulan a sus hijos es una idea que parece
rondar en el ambiente. ¿Es así? ¿Cómo afecta a los niños? “La estimulación
infantil implica muchas aristas y existe la creencia de que estimular es llenar
al niño de actividades y mantenerles el tiempo ocupados. Desde este punto de
vista, se podría hablar de sobre estimulación. Sin embargo, existen carencias
afectivas importantes que no están pudiendo ser estimuladas en nuestros niños
de hoy, dado que la estimulación cognitiva es solo una parte del desarrollo
integral de los niños. La estimulación social y afectiva desde la primera
infancia, se hace muy necesaria, existiendo hoy pruebas empíricas que respaldan
la idea de que esta aumenta el desarrollo sináptico y, por ende, potencia el
desarrollo integral del menor”, explica Paulina Sarmiento.
De algún modo, y lamentablemente, se tiende a malinterpretar el concepto
de estimulación temprana, el cual apunta a fortalecer el desarrollo integral de
los menores desde los aspectos físico, cognitivo, social y afectivo. Se tiende
a considerar principalmente al desarrollo físico y motor, en desmedro de la
parte social y afectiva. “El afecto entregado a los niños y las posibilidades
de juego son un ambiente nutrido que les permite contar con un colchón afectivo
para avanzar en las etapas del ciclo vital, por lo que, sin duda, es un punto
importante a trabajar por parte de padres y cuidadores. La estimulación
temprana busca motivar al niño de manera oportuna. Sin embargo, el objetivo no
es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su etapa de desarrollo, sino
ofrecerles experiencias que le permitan formar las bases para un óptimo
desarrollo”, dice la sicóloga.
Ya se mencionó al inicio del artículo: uno de los temas más potentes en
el cambio entre la infancia de ayer y la de hoy, es el tema de la tecnología:
¿cómo afecta esto las relaciones sociales?, ¿deberíamos restringir su uso a
nuestros hijos?
Se hace difícil pensar en la posibilidad de limitar a nuestros niños el
acceso al mundo virtual, considerando que, en etapas avanzadas, llega a formar
parte de su mundo social. “Sin embargo, es importante establecer ciertas edades
de corte donde el uso de tecnologías debe ser controlado por los adultos.
Pensar que un menor de tres años se estimula a través de juegos electrónicos es
un error, pues la mayor estimulación que reciben a esta edad es a través del
contacto con un otro, en donde la necesidad de contar con un cuidador estable y
predecible es fundamental”, advierte Paulina Sarmiento.
De esta forma, vale saber:
·
El uso de la tecnología abre ventanas
de oportunidades para acercar al niño a un mundo de conocimientos asequibles en
la web, pero deben ser monitoreados e, idealmente, acompañados por un adulto en
este proceso.
·
Los juegos interactivos para
preescolares solo toman sentido si son compartidos por otra persona
significativa para el menor, de lo contrario, se convierten en un sustituto de
los cuidados y atención que requieren.
·
No se puede negar que las nuevas
plataformas tecnológicas abren un canal de comunicación que puede ser bien
utilizado por los padres, considerando las extensas jornadas de trabajo que
restringen el tiempo que los cuidadores pasan con sus hijos. De esta forma, el
uso de mensajería de textos, por ejemplo, permite a los padres mantener un
mayor contacto durante el día con sus hijos, convirtiéndose en una ventana de
oportunidades si es bien utilizado.
·
El desafío para los padres es formar
parte de este nuevo mundo tecnológico; mantenerse dentro del sistema del niño
es más beneficioso que privarlo de participar en el mundo virtual al cual,
tarde o temprano, ingresará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario