Investigadores del INTA Reconquista evaluaron el impacto positivo de las
rotaciones intensivas en siembra directa sobre la calidad y productividad de
los suelos en ambientes subtropicales, generando mayores rendimientos en el
cultivo de algodón.
Con el objetivo
de mejorar la calidad en suelos degradados, un equipo de investigación del INTA Reconquista en Santa Fe evaluó desde 2006 a 2017 una rotación
intensiva en siembra directa y con
labranzas que
considera trigo-soja/girasol-maíz/soja.
Luciano Mieres, investigador de la mencionada experimental, a cargo
del ensayo, indicó que relevaron ventajas productivas en todos los cultivos,
respecto al uso de los recursos ambientales en
épocas estivales, así como en
la calidad del suelo.
En este punto, reconoció que decidieron “intensificar
las secuencias de cultivos agrícolas en ambientes subtropicales, considerando otras opciones que incluyan la producción de algodón de la Argentina, donde se requiere aportar abundantes
rastrojos y mantener cubiertos los suelos para conservarlos de la acción
erosiva de las lluvias”.
El uso de maíz de primera como antecesor de algodón sería fundamental, ya que, además del volumen de residuos que deja, permitiría introducir
cultivos de cobertura otoñales.
ALGODÓN: COMPARACIONES EXITOSAS
Según explicó, “durante las últimas siete campañas realizamos
evaluaciones del impacto de la rotación maíz/algodón/soja, en
siembra directa en comparación con su versión intensificada que incorpora
cultivos de cobertura además de los anuales mencionados”.
Para esto, se realizaron estudios en el ensayo de larga duración con
diseño en bloques completos al azar, que presenta la experimental. En dicha
rotación, se evaluó dos
tratamientos antecesores de algodón durante siete campañas (maíz versus maíz
más cultivo de cobertura).
Cada campaña consideró un cultivo de cobertura distinto: trigo, avena strigosa, caupí, caupí, crotalaria
júncea, crotalaria ochroleuca y crotalaria ochroleuca + caupí + cicia villosa en la última campaña evaluada.
El suelo se evaluó previo a la siembra de algodón, considerando de 0 a
20 centímetros el carbono orgánico, fósforo extractable y nitrógeno mineral
disponible. Entre los resultados luego de dos ciclos de las rotaciones, se
destacan incrementos
medios de 29 % del nitrógeno mineral disponible (NO3) a la siembra luego de la
secuencia maíz-cultivo de cobertura (Mz+Cc) cuando los cultivos de cobertura
fueron caupí o crotalarias, en
comparación con maíz (Mz)”, dijo el especialista.
MEJORAS SUSTANCIALES
Por su parte, el carbono orgánico del
suelo mejoró significativamente en Mz+Cc en torno al 7 %, solo luego de la
última campaña evaluada en 2023.
“En estas siete
campañas, el rendimiento medio de fibra de algodón en el tratamiento Mz+Cc más
el uso de fertilización inicial NP fue significativamente mayor (20 %) respecto
del antecesor Mz sin fertilización, lo que nos indica que ambas prácticas, la
fertilización y el manejo del antecesor con cultivo de cobertura, son
complementarias y mejoran los resultados sobre el cultivo”, reconoció Mieres.
Como conclusiones, realizar maíz y cultivo de cobertura leguminosa permite en el corto plazo
incremento en NO3. Para
aumentar el rendimiento de algodón, se requiere en primer lugar que estas
prácticas presenten una condición hídrica favorable con lluvias abundantes,
considerando que sigue siendo conveniente realizar ajustes nitrogenados con fertilización
inicial.
Es posible aumentar el carbono del
suelo con el uso de esta práctica de intensificación de forma repetida, pero
nos queda confirmar la estabilidad de los cambios en el tiempo.
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