22 de febrero de 2025: A partir de la inauguración
del Observatorio Meteorológico en la isla Laurie, Orcadas del Sur, Argentina
fue durante cuatro décadas el único ocupante permanente de esa geografía
austral, un hecho clave en el contexto geopolítico antártico.
Historia, investigación y compromiso
centenario
A lo largo de estos 121 años, nuestro país instaló siete bases
permanentes (operativas todo el año) y seis temporarias (habilitadas solo en
verano) en la península antártica y adyacencias; 67 refugios (de apoyo a las
actividades de los investigadores y para ser utilizados en caso de emergencia);
llevó a cabo trabajos de exploración, estudios científicos y
cartográficos; importantes tareas de rescate y auxilio internacional;
y alcanzó el Polo Sur en tres ocasiones: la primera por aire y las
otras dos por expediciones terrestres. De este modo, la República Argentina
logró consolidar una presencia significativa al sur del círculo polar.
Se celebran 121 años de presencia
ininterrumpida en la Antártida. Sucede que el 22 de febrero de 1904 marcó
un hito fundamental en la historia argentina: el izamiento de nuestra bandera en la isla
Laurie, perteneciente al archipiélago de las Orcadas del Sur.
Este acto, conmemorado anualmente
como el Día de la Antártida Argentina (Ley n.º 20827/74), nos convirtió en pioneros en la
investigación antártica y no solo simboliza nuestro compromiso con la ciencia,
sino que también sienta las bases de nuestros reclamos de soberanía.
A fines del siglo XIX, la Antártida era un territorio virgen, pero no inexplorado. La codicia por recursos como el aceite y las pieles de
focas y lobos marinos atrajo a los cazadores rioplatenses, quienes diezmaron
las poblaciones de estas especies casi hasta su extinción. Mantenida en secreto
para preservar el monopolio de la fuente de ingresos, esta actividad dejó una
huella profunda en el ecosistema antártico; la posterior caza de pingüinos y
elefantes marinos solo agravó la situación e impulsó la necesidad de un cambio
de rumbo hacia la investigación científica y la conservación.
Cooperación internacional, uno de los
pilares de la investigación antártica
La expedición antártica internacional de 1901, organizada por la
Sociedad Geográfica de Londres, marcó un punto de inflexión. Si bien fue
impulsada por la búsqueda de conocimiento científico, también reflejó la
creciente competencia internacional por la Antártida. Argentina, lejos
de permanecer ajena, decidió participar y se comprometió a establecer un
observatorio magnético y meteorológico en la isla de los Estados, ubicada
en el Atlántico Sur, al este de la Isla Grande de Tierra del Fuego. La
instalación del faro comenzó a mediados de noviembre de ese año y empezó a
funcionar el día 1 de octubre de 1902.
La expedición sueca del Dr. Otto
Nordenskjöld, en la que participó el alférez José María Sobral, ejemplifica la
cooperación internacional en la investigación científica. A raíz del naufragio
de su barco, estos expedicionarios debieron invernar un año, en 1902, con lo
que se transformaron en los primeros seres humanos en pasar el invierno en el
Continente Blanco. En 1903, fueron rescatados por la corbeta ARA Uruguay, que
arribó a la Dársena Norte el día 2 de diciembre de ese año. Este rescate histórico fue el inicio del destino de solidaridad y
cooperación de la Argentina en la Antártida y, al mismo tiempo, consolidó nuestra
presencia en la región.
El observatorio meteorológico en
Orcadas del Sur: un faro de la ciencia
La expedición escocesa de William Bruce, en 1902, tuvo un impacto
decisivo en la historia antártica de nuestro país. Tras quedar varados en la
isla Laurie, los expedicionarios construyeron el refugio “Omond House”. Al
regresar a Buenos Aires para reabastecerse, el doctor Bruce ofreció el
refugio, junto con el instrumental científico, al gobierno argentino. Este
gesto marcó el inicio del Observatorio Meteorológico Argentino en las islas
Orcadas, un símbolo de perseverancia y dedicación, que ayudó al conocimiento
global del Continente Blanco. Su funcionamiento constante durante más de un
siglo da testimonio de la importancia que la República Argentina otorga a la
investigación en la Antártida y a la preservación de este ecosistema único.
En la actualidad, en la base Orcadas, científicos del Instituto Antártico Argentino realizan
investigaciones en meteorología, geología, glaciología, geofísica, magnetismo,
atmósfera y biología, en especial en el Laboratorio Antártico Multidisciplinario
Orcadas (LABORC).
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